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Más de doscientos cincuenta mil niños y jóvenes estudian hoy en colegios católicos, siendo el 84% de la matrícula de Santiago. Ante este desafío la Vicaría para la Educación presentó este martes  14 de mayo, a directores y encargados pastorales, un nuevo modelo de gestión de la escuela católica.
“Le pido al Señor que nos ayude a identificarnos eclesialmente con esta propuesta, que no es solo un paradigma abstracto, si no que queremos que pueda ser vida en cada uno de nuestros colegios. Para ello necesitamos de la fuerza del espíritu, no tan solo de nuestra diligencia e inteligencia”, indicó el vicario P. Tomás Scherz. Y recordó que es una tarea que les encomienda especialmente el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati.
En el gimnasio del Colegio Sagrados Corazones, los cerca de 200 educadores, pudieron escuchar en voz del secretario ejecutivo de la vicaría, Cristián Infante, la propuesta. Junto con agradecer la presencia de cada uno de ellos, les manifestó que se pretende apoyar fuertemente a los colegios y que para ello se han formado nuevas áreas, con un grupo profesional  ampliado. Además les señaló que “no somos nada si no logramos construir una comunidad en que la escuela católica sea una realidad para todos nuestros alumnos y alumnas”.
El contexto actual en nuestra ciudad en cuanto a la cantidad de colegios y las necesidades de los apoderados, fue presentado por Bernardo Abad, encargado junto a su equipo de construir el nuevo modelo.
Cada escuela y colegio católico debe comprometerse con una educación de calidad y cumplir la promesa de su proyecto educativo de transmitir la identidad católica, el carisma y valores propios. Este es el principio fundamental que explica el ideario de esta propuesta, que se basa en documentos del Magisterio, estándares nacionales e indicadores de calidad para escuelas católicas efectivas de EEUU - enero 2012- y  los insumos del  Encuentro de Rectores de Noviembre de 2012.
Es aquella que se caracteriza por un trabajo educativo que logra aumentar el aprendizaje de sus estudiantes en todos los aspectos que éste implica –conocimientos, habilidades, valores y formación católica– superando incluso los pronósticos asociados al contexto sociocultural de sus estudiantes.
Un momento participativo fue el trabajo grupal, en donde los rectores y encargados pastorales pudieron compartir  los aportes y fortalezas que visualizan de la propuesta, para entregar sugerencias en su aplicación. Finalmente la consultora Praxis, entidad que ha acompañado a la Vicaría en el proceso del diseño del modelo, presentó los  estándares e indicadores del modelo.

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