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La propuesta de priorización curricular de la clase de Religión, elaborada por la Vicaría para la Educación del Arzobispado de Santiago en colaboración de docentes de diferentes diócesis del país y puesta a disposición de la Conferencia Episcopal de Chile, tiene por objetivo "entregar elementos centrales a las comunidades educativas que sirvan de guía para generar aprendizajes profundos y significativos en los estudiantes, estableciendo Núcleos de Aprendizaje, que se traducirán en Objetivos de Aprendizaje e Indicadores de Logro para la asignatura de Religión Católica, que puedan ser desarrollados tanto a distancia como en un eventual escenario de clases presenciales en contexto de pandemia", se señala en el documento. 

Luis Zúñiga, Director del área de Profesores de Religión, de la Vicaría para la Educación explica la importancia de esta priorización en un contexto de pandemia que ha dificultado abordar el programa de la asignatura en su integridad. 

“Hoy los profesores están realizando, a partir de la normativa ministerial, clases en un contexto distinto a la normalidad, reducidas en tiempo y por tanto reducidas en cobertura curricular. Frente  a esa dificultad de no poder abordar el programa en su integridad surge la necesidad de buscar aquellos objetivos que son indispensables de ser enseñados y que sean un aporte formativo para los estudiantes, prescindiendo de aquellos que si bien se  reconoce su aporte a la formación se pueden dejar relegados, en este contexto de pandemia”.

Un aporte importante de la priorización curricular, señala Luis,  es que ésta no se reduce solo a la selección de objetivos de aprendizaje sino que complementa esos objetivos con los demás elementos necesarios para la planificación; los contenidos, indicadores y actividades sugeridas. “Por cada nivel ofrece una guía de aprendizaje que le permite al profesor identificar elementos didácticos que le van a ayudar a implementar posteriormente los demás objetivos”.

Otro aspecto que destaca Luis Zúñiga es que con esta priorización permitirá transitar hacia el Nuevo Programa de Religión Escolar Católica EREC 2020, publicado este año. “Se genera una condición de poder diseñar una transición entre el anterior programa y el nuevo, pensando en que lo que se busca es un cambio de paradigma en la clase de religión y la priorización está diseñada justamente para hacer esa transición”. 

Desde la Vicaría para la Educación la invitación es en primer lugar al profesor de religión a asimilar este camino curricular y a buscar instancias de formación respecto del nuevo paradigma que presenta el programa de religión católica 2020, que busca poner al estudiante al centro, identificando por tanto aquellos elementos que tienen el foco puesto más en el aprendizaje que en la enseñanza.  

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