Este documento, titulado "Dignitas infinita sobre la dignidad humana", es una declaración emitida por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe en abril de este año. Tiene como objetivo recordar y profundizar en el concepto central de la dignidad humana, a la luz de la fe cristiana y del magisterio de la Iglesia.
Este artículo tiene el propósito de compartir con las comunidades educativas una reseña con los puntos más relevantes de esta Declaración y proponer también un breve análisis de los alcances o implicancias que este documento tiene para la educación católica.
Estructura del documento
La Declaración se estructura en cuatro partes principales:
Una aclaración fundamental sobre el concepto de dignidad humana, distinguiendo entre diferentes acepciones (ontológica, moral, social y existencial) para evitar malentendidos.
Dignidad ontológica: corresponde a la persona como tal por el mero hecho de existir y haber sido querida, creada y amada por Dios.
Dignidad moral: se refiere al ejercicio de la libertad por parte de la criatura humana.
Dignidad social: se refiere a las condiciones en las que vive una persona que pueden vulnerar su dignidad ontológica.
Dignidad existencias: alude a situaciones de tipo vitales complejas que dificultan vivir con paz, con alegría y con esperanza.
Un recorrido histórico sobre la toma de conciencia progresiva de la centralidad de la dignidad humana, desde la antigüedad clásica hasta el desarrollo del pensamiento cristiano y los documentos magisteriales más recientes.
Una reflexión sobre el compromiso de la Iglesia con la promoción y defensa de la dignidad humana, fundamentada en la visión antropológica cristiana.
La denuncia de algunas violaciones graves de la dignidad humana en la actualidad, como la pobreza, la guerra, la trata de personas, los abusos sexuales, las violencias contra las mujeres, el aborto, la maternidad subrogada, la eutanasia y el suicidio asistido, el descarte de las personas con discapacidad, la teoría de género y el cambio de sexo, así como la violencia digital.
Análisis de implicancias y sugerencias para instituciones católicas de educación
El documento presenta una visión comprehensiva y actualizada de la Doctrina de la Iglesia sobre la dignidad humana, con importantes implicaciones para los procesos educativos de los colegios y centros de educación superior.
En primer lugar, se destaca la necesidad de comprender la dignidad humana en toda su profundidad, más allá de interpretaciones parciales o sesgadas. Esto implica promover una formación integral de los estudiantes, que abarque las diferentes dimensiones de la persona: ontológica, moral, social y existencial. Las instituciones educativas están llamados a ser espacios donde se cultive un auténtico humanismo cristiano, que reconozca la dignidad inalienable de todo ser humano.
En segundo lugar, el documento plantea la relevancia de la dimensión relacional y comunitaria de la dignidad humana. Esto supone fomentar en los estudiantes un sentido de pertenencia, solidaridad y compromiso por el bien común, alejado de una visión individualista. Las instituciones educativas católicas pueden ser ámbitos privilegiados para educar en la fraternidad, la inclusión y el cuidado mutuo.
En tercer lugar, la Declaración subraya la necesidad de denunciar y erradicar las diversas formas de vulneración de la dignidad humana presentes en la sociedad actual. Las instituciones educativas católicas tienen la oportunidad de promover una conciencia crítica en los estudiantes, fomentando el rechazo a toda forma de discriminación, explotación o violencia, y el compromiso activo por la defensa de los derechos humanos.
Sin duda que la Declaración representa un enrome desafío educativo de cara a los avances y mejoras por realizar, pero también nos ofrece una oportunidad para reconocer lo que ya están trabajando muchos colegios e instituciones de educación superior en esta línea. El documento es una invitación a perseverar en el desarrollo de una cultura de buen trato y gestión de ambientes sanos y seguros.
Algunas sugerencias concretas:
Incorporar en los planes de estudio y actividades formativas un abordaje integral de la dignidad humana, que abarque los aspectos ontológicos, morales, sociales y existenciales.
Desarrollar programas de servicio comunitario y proyectos de solidaridad, que permitan a los estudiantes vivenciar la dimensión relacional de la dignidad humana.
Organizar ciclos de charlas, debates y talleres sobre temas como la pobreza, la guerra, la trata de personas, los abusos, las violencias de género, el aborto, la eutanasia, la discapacidad, la teoría de género, etc., fomentando una actitud de denuncia profética y de compromiso por la defensa de la dignidad.
Promover el estudio y la difusión de los documentos del Magisterio de la Iglesia sobre la dignidad humana, como fuente de inspiración y guía para la acción educativa.
Incorporar en la vida institucional de los colegios (en sus estatutos, reglamentos, proyectos educativos, etc.) una clara declaración sobre la centralidad de la dignidad humana como principio fundamental.
Favorecer una cultura institucional basada en el respeto, la inclusión y el cuidado de cada persona, especialmente de los más vulnerables.
Vincular estas acciones al contexto territorial y cultural de cada institución de tal modo que no hay una educación desconectada de la realidad y que la comunidad educativa pueda ser reconocida como una buena noticia para su entorno.
En definitiva, la Declaración "Dignitas infinita" representa un valioso recurso para que las instituciones educativas católicas asuman su responsabilidad de formar a los estudiantes en una visión integral de la dignidad humana, cultivando en ellos una profunda convicción y un compromiso concreto por su promoción y defensa en la sociedad.
Área de Incidencia y Estudios
Delegación para la Educación
Arzobispado de Santiago