Natalia es estudiante de educación de párvulos y debido a la emergencia sanitaria ha seguido sus estudios de manera online, desde su casa. Al comienzo el quedarse en casa fue un poco complejo, pero organizándose poco a poco las cosas empiezan a ser más llevaderas.
"Esta crisis sanitaria la he estado viviendo desde casa, con la familia, estudiando y poniendo todo de mí para sobrellevar la situación de la mejor manera. Al comienzo fue un poco complicado organizar los tiempos, mantener la armonía de la casa y alcanzar a llegar a todas las responsabilidades, pero ahora está siendo más fácil, porque he tomado el ritmo de las clases online y estoy haciendo cosas como meditar y orar para controlar la ansiedad", comenta Natalia.
Este tiempo tan particular, le ha servido para relevar la importancia de "ser más personas" y agradecidos. "Creo que podemos aprender de todo esto, sobre todo a ser más personas, a estar con el otro, a valorar el tiempo que tenemos para compartir en comunidad y apreciar los pequeños detalles cómo un abrazo, y a pensar más en las personas que están más desvalidas y agradecer por lo que tenemos. Muchas veces nos encerramos en el día a día y no damos espacio para ser agradecidos".
En este contexto, ¿qué propones para el desarrollo de la educación en Chile?
Creo que aún nos falta mucho por crecer y en esta crisis está quedando en evidencia aún más las falencias del sistema. Para crecer necesitamos considerar a los estudiantes como personas integrales y que cada uno es distinto al otro, cada uno vive una realidad y contexto diferente. Como futura educadora llevar mi trabajo desde el amor por la educación y por la infancia, protegiendo cada uno de los derechos de los niños y niñas para que crezcan y se eduquen en ambientes seguros donde puedan desarrollar el pensamiento crítico y ser ciudadanos.