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“La mujer es la que hace hermoso el mundo, lo preserva y lo mantiene vivo” fueron palabras del papa Francisco para el 8 de marzo del 2019, y sumándonos a ellas agradecemos en esta semana a todas las educadoras, a las que están al frente de un curso, a las que con su trabajo dan ejemplo a los más jóvenes, también desde otros espacios educativos, queremos añadir que una de las más nobles tareas de la mujer, ancestralmente incluso, ha sido la educación, junto con el cuido de los espacios.   

 Dios que es padre y madre, nos quiere hombres y mujeres iguales en derechos y dignidad. Vemos como una oportunidad el desafío de trabajar juntos como sociedad, todos los días, no solamente esta semana, en la cultura del diálogo entre personas, sin menospreciar a nadie. Esto nos da también la responsabilizar de romper, corregir y aprender nuevas maneras de trato.

El 8 de marzo, se conmemora la lucha de la mujer por su participación dentro de la sociedad y su desarrollo íntegro como persona. Recordemos con orgullo su carácter y significación, reflexionemos los avances logrados en materia de igualdad, pero tomemos conciencia de que falta mucho todavía, observemos nuestras relaciones y veamos con sinceridad si existen situaciones que se han normalizado y en las que todavía tenemos que crecer, perdonar y cambiar. Tengamos el coraje de ayudar a quienes no ven todavía esta normalización.

 Gracias especiales a todas las mujeres que forman parte de los Establecimientos Educativos reunidos en alianza con la Vicaria para la Educación del Arzobispado de Santiago, quienes, desde la gestión, las áreas de administración, docencia, pastoral, cuido de las personas y los espacios, reivindican con su trabajo el género y sus infinitas fortalezas.

Nuestra invitación es a participar de esta fiesta universal contribuyendo con alegría, paz y la serenidad que esperamos del carisma cristiano. Que María, Madre de Jesús, sea nuestro ejemplo en la familia de Nazareth.

Felicidades a todas y cada una de las mujeres que hacen vida en nuestra misión de educar y evangelizar. 

Pbro. Andrés Moro Vargas
Vicario para la Educación
Arzobispado de Santiago