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Ayer la iglesia en Chile recordaba la memoria y figura de San Alberto Hurtado, el 18 de agosto, que además, el Estado lo reconoce como el Día Nacional de la Solidaridad. El próximo sábado 24, como signo de unidad, invitamos a la Peregrinación al Santuario del Padre Alberto Hurtado.

Recordamos la petición de Gabriela Mistral, quien en la muerte de Alberto Hurtado, por estar fuera del país, pidió que colocaran en la tumba, un ramo de aromos en su nombre. Así, simbólicamente, colocamos a los pies de este santo, todas las preocupaciones y alegrías de este Chile que hoy, a tantos años de su muerte, seguiremos pidiendo al p. Alberto Hurtado que acompañe e ilumine a cada uno de los hombres y mujeres que en Chile queremos construir solidaridad desde el amor y el servicio con cariño, respeto y acogida.

¿Cómo tenemos que hacer de San Alberto Hurtado, no solamente un ícono de la solidaridad sino un maestro del servicio, de la hospitalidad?, particularmente en nuestras comunidades educativas. ¿Cómo ser un reflejo de ese amor a Cristo que él transformó después en acciones concretas?.

La solidaridad, para los creyentes, no es solamente acciones, el encuentro con Cristo se manifiesta en una coherencia de fe y vida entre los pequeños gestos como agradecer, hasta los grandes testimonios de vida y de entrega que podemos hacer en la obra solidaria.

Pensemos que son 400 colegios católicos en Santiago, ¿cómo ser un motor de solidaridad?, ¿cómo podemos transformar un Chile que hoy todavía necesita preguntarse si los valores de la fe, de la esperanza y sobretodo del amor, se viven en nuestra patria?.

Ser un fuego que enciende otros fuegos de amor, servicio y justicia.

Pbro. Andrés Moro Vargas

Vicario para la Educación

Arzobispado de Santiago