Este miércoles primero de mayo celebraremos un aniversario más de una de las fechas más importantes que se celebran en todo el mundo, no importando la cultura o la ideología más presente en ese país. Desde su establecimiento en 1889, el día del trabajo, recordamos y valoramos el sacrificio y entrega de miles de trabajadores y trabajadoras que incluso han dado su vida para que todos los que tengan un trabajo puedan tenerlo con dignidad y con justicia. Desde 1955 la Iglesia Católica da realce a este día cuando el Papa Pío XII, ante un grupo de obreros reunidos en la Plaza de San Pedro en el Vaticano lo encarga a San José Obrero, patrón de los trabajadores.
En nuestras comunidades educativas también tenemos que pedir siempre ese don de poder dar lo mejor de cada uno con responsabilidad y dedicación, así como exigir, las retribuciones de respeto, cuando sea necesario, para que podamos vivir en una comunidad educativa que sea también una comunidad laboral de hermanos y fraterna.
Saludamos hoy a todas las asociaciones, a todos los sindicatos, a todos los grupos de maestros y maestras a todas las instituciones que en nuestros colegios ayudan a fortalecer la visión del trabajo, desde el bienestar, el sindicato, las asociaciones culturales, todos los que de una u otra forma recuerdan que el hombre y la mujer están llamados a trabajar con dignidad y justicia aquí y en todos los lugares del mundo.
Pbro. Andrés Moro Vargas
Vicario para la Educación
Arzobispado de Santiago