En nuestra patria desde el año 1983, el decreto de fuerza de ley 924, autoriza y pide que en todos los colegios y comunidade educativas haya, por lo menos, dos horas de clase de religión, tanto en educación básica como en educación media.
Es un regalo muy grande que el estado reconozca a los distintos credos religiosos la posibilidad de compartir su fe con las familias y los niños y jóvenes de nuestra patria. Siempre la integralidad de la educación tiene una mirada a la trascendencia y en el caso particular nuestro es un tremendo valor los 2000 profesore de religión que en Santiago hoy entregan la mirada de la Iglesia, para estar al servicio de los hombres y mujeres de hoy, en especial de los jóvenes y niños.
Queremos valorar el servicio de los profesores de religión, queremos agradecer su presencia en ambientes que hoy cuesta mucho evangelizar y ahí ellos se convierten en representantes y en la mirada de un Cristo maestro, cercano y camino para la verdad y la vida.
Queremos tambien agradecer todo trabajo que se realiza a partir de la Vicaría para la Educación con los profesores de religión para poder convertirlos a cada uno de ellos y ellas en discípulos y misioneros. En este año queremos crecer en capacitación, en formación y espiritualidad.
Para ellos y ellas la bención de Dios y el reconocimiento agradecido de toda la comunidad de la Iglesia.
Pbro. Andrés Moro Vargas
Vicario para la Educación
Arquidiócesis de Santiago