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Yo me preguntaría cuánta gente en Chile se conoce oraciones que tengan más de dos o tres párrafos al día de hoy. Cuánta gente en Chile puede recitar un poema de al menos cuatro o cinco estrofas, no serán tantas y los que se los saben, muchas veces pasa una semana y ya se olvidaron de todo. Es impresionante que una oración que tiene más de 120 años seamos tantos los que podemos repetirla, basta con que empecemos: Oh! María, durante el bello mes… y todos seguimos después.

Quizá va a ser más fácil repetirla en comunidad que individualmente, lo cual también ayuda a vivir lo más hermoso de la vida de este Mes de María.

El Mes de María es un espacio privilegiado en nuestras comunidades educativas, ya casi al cerrar el semestre, estar despidiendo a las generaciones de cuarto medio que salen de ella este año. Cerrar también las etapas escolares los que hayan partido en prekinder, kinder, primero básico en nuestros colegios y también la oportunidad de descubrir de nuevo que entorno a María siempre podemos llegar al Corazón de Cristo.

Pero esta Virgen María no solamente pide que recemos y que pidamos la intercesión de su amor, su cariño, sino también que podamos vivir la solidaridad. Noviembre, Mes de María es también anticipo de poder cerrar el año y preguntarnos donde podemos mostrar el rostro materno de Dios, este rostro cariñoso que se nos refleja en María y en tantos pequeños gestos de solidaridad, de ternura y de oración.

Que el Mes de María que empezamos a celebrar, nos ayude a entrar más profundamente en el encuentro con Cristo, en que el que también queremos servir y adorar -especialmente en el pobre y humilde- en Belén próximo.

Pbro. Andrés Moro Vargas

Vicario para la Educación

Arquidiócesis de Santiago