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¡Muy Feliz Pascua de Resurrección! Ese es mi primer saludo en este boletín que les llega al inicio del tiempo pascual. En muchas comunidades educativas se ha escuchado o se escuchará este mismo saludo en los primeros momentos de la jornada escolar durante esta primera semana de pascua. Es una alegría muy grande el que podamos compartir lo central de nuestra fe, la muerte y resurrección de Jesús, con todos los miembros de nuestras comunidades.

Pero este anuncio alegre y festivo no se puede quedar en un mero saludo o en compartir algo dulce como los ya tradicionales “huevitos de Pascua”, debemos mostrar con gestos y testimonios que la resurrección del Señor ha vencido a la muerte y sus manifestaciones que día a día pueden ensombrecer nuestra vida de creyentes y de comunidad educativa. Frente al abuso y mal trato, ¡ha resucitado! Frente a una educación que no siempre es equitativa y de calidad para todos, ¡ha resucitado! Frente al desánimo de educadores y alumnos para vivir la fe en sus ambientes, ¡ha resucitado! Podemos seguir buscando que sombras y temores tenemos hoy y frente a ellos no cansarnos nunca de recordar que el Señor ha resucitado.

En el mes de mayo viviremos otra experiencia pascual, la celebración del X Sínodo de la Iglesia de Santiago. Cerca de 70 representantes del mundo educativo católico irán al sínodo para llevar las inquietudes y propuestas de los colegios y escuelas católicas de nuestra ciudad. En especial agradecemos a los cerca de 10.000 jóvenes y adultos que aportaron con sus reflexiones al documento de trabajo del sínodo.

Llenos de la alegría pascual, renovados con el viento del Espíritu y alimentados con el Cuerpo y Sangre del Resucitado los saludo con cariño y respeto.

Padre Andrés Moro

Lunes de la Octava de Pascua 2018