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Cerca de 250 participantes, entre directivos y profesores, asistieron al encuentro que cada año organiza la Vicaría, con fin de reflexionar juntos diferentes temáticas en torno a la identidad de la escuela católica.

En esta oportunidad se invitó a la asamblea a desentrañar qué significa renovar la pasión de educar, especialmente en el actual contexto de reformas y cambios en el ámbito de los colegios.

Luego de una hermosa oración inspirado en el decálogo pedagógico de Gabriela Mistral, Cristián Infante habló sobre el modo cómo hoy la reforma educacional, así como exige transformaciones a las escuelas, interpela también aquella pasión primera que nos mueve a ser educadores. Con la idea de aplicar el contenido del documento del Papa a nuestra realidad, interrogó acerca de las sensaciones que quedaron a propósito de la Reforma Educacional. Al respecto señaló: “nos quedó una sensación de temor, de pesimismo, de desinformación de los contenidos de la ley… lo cual se une a las sensaciones de los que estamos viviendo como católicos”, para lo cual recomendó leer el artículo de Sergio Micco llamado: “El Desgarro”.

Infante, llamó a tener confianza, pues planteó que la Reforma en 18 partes coloca la centralidad de por el Proyecto Educativo y todo lo que esto implica en términos de la adhesión de padres, el principio de autonomía, flexibilidad, diversidad, y el uso de la subvención. “Este tema del Proyecto Educativo está repartido en la ley como nuca antes en la historia de Chile”, acotó. Además destacó que se trata de “una Reforma que entrega una cantidad de recursos impresionante. Recursos nuevos, especialmente para colegios que atienden niños más vulnerados, que fomentan la inclusión…".

Así mismo llamó a no temerle al cambio ni a la secularización que estamos viviendo, pues “tenemos tantas experiencias de colegio que han puesto las banderas de acoger al otro, del pluralismo, de aceptar al diferente, de la singularidad, de la centralidad en la persona, de la gratuidad en el servicio educativo… Estas son nuestras banderas históricas, las de tener confianza en el futuro, con todas la dificultades porque nadie dice que con los cambios no vengan las dificultades. Pero tenemos que en ellas atrevernos a misionar y cambiar en este mundo distinto. Y recordó que “el mundo de la educación católica tiene una historia maravillosa en contribución al este país y a la humanidad. En este Chile secularizado de hoy todavía un altísimo porcentaje de la población prefiere la educación católica”.

Finalmente, Cristián Infante señaló que “la pasión por educar nos llama a convertir la autoridad desde el testimonio” y que la “educación católica tiene que contribuir al descubrir el sentido de la vida y a ser nuevas esperanzas para hoy y el futuro. Los jóvenes de hoy están pidiendo a gritos sentido de vida, pero de adultos creíbles, cercanos, con testimonio, con pasión… Sólo pueden enseñar las personas apasionadas por educar y por vivir”.

Respecto de los detalles de la Reforma Educación, se pidió a los participantes formular todas la preguntas y dudas relativas a su implementación en los colegios. Con estas interrogantes el equipo de la Vicaría hará una sistematización para dedicar una próxima reunión a responderlas. Esta reunión se realizará el martes 5 de mayo a las 16.00 horas en un lugar por confirmar.

Luego, hubo tiempo para compartir la reflexión en grupos, la que fue animada por el video de la profesora estadounidense Rita Pierson. Como resultado de este compartir cada grupo se identificó con un verbo a partir que marca la acción prioritaria para renovar la pasión por educar. Así surgieron los cinco principales verbos: Amar, Contagiar, Creer, Reencantar y Dignificar.

Al finalizar el encuentro, el p. Tomás Scherz valoró este tipo de encuentros en el cual se puede “seguir dando cuenta de nuestra experiencia de encuentro con Jesucristo y anunciar el evangelio con esta pedagogía hermosa a todos… para renovar el primer amor que es, en el fondo, la gran enseñanza del Maestro.”. Por eso llamó a “seguir trabajando precisamente para que nuestra pasión no se vea entorpecida”. Los procesos educativos implican una paciencia amorosa y “el que no tiene pasión no sabe educar… y por eso esa pasión hay que renovarla, en contexto que sea, el que renuncia no sabe educar. Esta pasión hay que seguir cultivándola”.

Aquí están disponibles los audios de las ponencias.