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“No es un estudio sobre las vocaciones al sacerdocio, es una meditación sobre el llamado que Jesucristo hace”, aclaró el Cardenal Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago, al inicio de la presentación de su más reciente Carta Pastoral “Habla Señor, que tu siervo escucha” (1 Samuel 3,9). El acto fue realizado en el Seminario Pontificio de Santiago, que este año cumple 425 años de vida, y en la víspera del inicio del año sacerdotal convocado por el Papa Benedicto XVI.

Junto con el Cardenal Errázuriz estuvieron presentes Monseñor Cristián Contreras Villarroel, Obispo Auxiliar de Santiago; Monseñor Andrés Arteaga, Obispo Auxiliar de Santiago; Fernando Ramos, Rector del Seminario Pontificio; el Vicario para la Familia, Padre Marek Burzawa; el Vicario de la Zona Cordillera, Padre Fernando Vives SSCC; el delegado episcopal para la Pastoral Vocacional, Padre Andrés Moro, numerosos sacerdotes, seminaristas, agentes pastorales y estudiantes de colegios católicos.

En la Arquidiócesis de Santiago, las vocaciones son pocas para la cantidad de requerimientos existentes. “Crecen las parroquias, crece la población de Santiago, hay 250 colegios de inspiración católica y no hay suficientes sacerdotes para responder a la formación de muchos chiquillos”. Lo mismo sucede con los movimientos apostólicos. Esto se ha visto alentado especialmente por la V Conferencia General de Aparecida y, para todo ello, se necesitan consagrados.

Pasión por amar al Señor

La Carta Pastoral exhorta a los sacerdotes para que reflexionen profundamente sobre el tema. “Tenemos un nivel de sacerdocio muy bueno. Hay una pasión por servir, por amar al Señor muy grande y uno se pregunta, cómo siendo así, no hay más vocaciones sacerdotales. Por eso mismo se les invita a examinar la calidad de la pastoral juvenil”, destacó el Cardenal.

El documento también está dirigido a las familias, pues en muchas hay fe, amor por las escrituras y por la liturgia. Sin embargo, al interior de ellas el sacerdocio “es la carrera de la cual no se habla”. Propuso a los matrimonios valorar esta especial consagración y alegrarse de tener un sacerdote en la familia. A los jóvenes el Arzobispo los invitó a “ver la vida en clave de llamado del Señor” y a estar también abierto a que Dios los llame al sacerdocio.

Motivación

El Cardenal confesó que una de sus motivaciones para escribir esta Carta Pastoral fue el florecimiento de la Iglesia, “de las comunidades muy vivas –explicó- que viene con el impulso del Concilio Vaticano II, el IX Sínodo y de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Aparecida. Hay entusiasmo para que seamos discípulos misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos tengan Vida. Ese entusiasmo necesita muchos sacerdotes para que puedan acompañar”.

Por último, el Cardenal Errázuriz confidenció que quiso compartir la inmensa alegría que le ha producido ser sacerdote. “Cumplí 75 años de vida y he sido inmensamente feliz como sacerdote. Es un tesoro que uno no quisiera guardarlo y por qué no escribir una carta sobre esa felicidad que hay en el sacerdocio”, señaló a los asistentes.

Al final de la ceremonia, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz entregó la Carta Pastoral “Habla Señor, que tu siervo escucha” (1 Samuel 3,9) a representantes de la pastoral juvenil, a estudiantes de los Colegios Sagrados Corazones y Rosario Concha, a una familia, al rector del Seminario Pontificio y a sacerdotes de la Arquidiócesis.

Recepción

“Recibo esta Carta Pastoral con mucha alegría y como un tremendo desafío”, dijo el Padre Fernando Vives SSCC, Vicario de la Zona Cordillera. “Todos los sacerdotes estamos desafiados a comunicar lo hermoso de esta vocación, la maravilla que significa comprometerse con el Señor en un servicio muy concreto. Vale la pena dejarse guiar por Jesucristo”, señaló. “Esta Carta es un desafío para la pastoral de la Arquidiócesis. Creo que hay muchos jóvenes generosos que están decidiéndose hoy por el servicio, por amor a los demás y especialmente a los más pobres, como una respuesta contracultural. El camino del sacerdocio es una realización muy hermosa para esa vocación”, añadió.

En la Zona Cordillera, el compromiso es “ayudar especialmente a los sacerdotes de la Zona para que cada uno de ellos saque lo mejore de sí mismo en la entrega a los demás y para que haya una renovación de la vida sacerdotal”. Revela que ya han empezado a hacer reflexiones al respecto y que lo seguirán haciendo en los encuentros del presbiterio. Su colaboración también estará en acompañar a la Pastoral Juvenil y en la Pastoral Vocacional.

“Es muy bueno que el Cardenal elija este momento para hablar de las vocaciones sacerdotales”, sentenció Rodrigo Cordero, seminarista de 5º año, “como Pastor de nuestra Iglesia, tiene muchos otros temas a los cuales atender. Sin embargo, ha elegido este momento porque es propicio, porque se ve un auge en la Iglesia de participación de los laicos en parroquias y movimientos”. Quisiera “que la vocación sacerdotal esté en las mesas, en las familias, en las parroquias, que no sea un tema temido o tabú, sino propio del cristianismo de todos los tiempos”. Su compromiso concreto es “rezar especialmente por los chiquillos que están en discernimiento. Conozco a muchos que están por dar el paso y mi oración es por ellos, para que las cosas lindas que Dios les comunica le ayuden a decidirse por una vida que los va a llenar de plenitud”.

Seminaristas en red

Los estudiantes del Seminario Pontificio Mayor de Santiago, conscientes de la importancia de las nuevas tecnologías para la evangelización, crearon un grupo en Facebook. Para los interesados en conocer más la vida al interior del Seminario, visite el link: http://www.facebook.com/pages/Santiago-la-Florida/Seminario-Pontificio-Mayor-de-Santiago/61892542708