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Alfonso Valenzuela, director del Área Pedagogía en Religión de la Vicaría para la Educación, agradeció el compromiso de los asistentes. “Ustedes han respondido a nuestro llamado y esperamos que todos juntos demos a nuestra querida profesión un nuevo impulso para su profesionalización”.

Esta escuela forma parte de un programa integral y a largo plazo que está desarrollando la vicaría desde este año, el cual está orientado a favorecer el desarrollo y formación de los profesores de religión y en el que han considerado las necesidades de ellos y los contextos en el que realizan sus clases. Para esto se reunieron con docentes de diversos colegios durante el primer semestre de este año con el fin de conocer sus inquietudes y cómo realizan su trabajo en sus comunidades educativas.

“Nos dimos cuenta de situaciones complejas: como el hecho de que los profesores de religión en general tienen una formación deficiente en el ámbito de la pedagogía y que en los colegios se les pide hacer cosas para las cuales no están preparados como clases de valores, o muchas veces su hora se la solicitan para hacer pruebas de SIMCE. Nos dimos cuenta que ellos necesitan una formación permanente que les permita irse renovando e ir comprendiendo su labor como pedagogos en el mundo escolar”, explica Alfonso Valenzuela.

El propósito es que los profesores en esta escuela puedan formarse en tres líneas, que son: la dimensión espiritual del docente, para que ellos comprendan su fe y se experimenten como personas religiosas y a eso apunta el curso de discernimiento. En segundo lugar se abordan las estrategias bíblicas para la enseñanza escolar, ya que las Sagradas Escrituras se transforman en un lugar donde el profesor ve cómo se experimenta la fe desde lo comunitario y por último la pedagogía, porque el docente tiene que contar con los recursos para transmitir estas vivencias, contenidos y aprendizajes a sus estudiantes con el fin de favorecer su educación y desarrollo integral.

Espacio de Crecimiento

Un aspecto valorado por los participantes fue la formación continua que está ofreciendo la Vicaría para la Educación, ya que luego de la escuela de invierno se realizarán durante el segundo semestre diversas actividades y cursos de profundización entre los que se cuentan talleres de planificación y evaluación desde la perspectiva de la evaluación docente; charlas sobre diversos temas de interés como ¿Una libertad sin vínculos? o Razones para creer, y comunidades de aprendizaje, entre otras iniciativas.

Ester Cáceres es profesora de religión de educación básica hace 29 años y realiza clases en el Colegio Nonato Cox de Puente Alto. Ella cuenta que participar de la escuela de invierno es una posibilidad de aprender. “Nosotros siempre estamos en discernimiento y tratando de mejorar nuestras clases y esta instancia es una oportunidad de formarnos y de adquirir nuevos conocimientos, lo que nos ayuda en el ejercicio de nuestra profesión, ya que también somos evaluados como los demás docentes”.

La hermana Victoria Liendro pertenece al Liceo de la Preciosa Sangre de Quinta Normal y junto a otras religiosas y profesores laicos de su comunidad educativa participan de esta instancia. “Con el equipo de pastoral de nuestra institución veíamos que es necesario formarse, cada uno eligió un curso para luego compartir los aprendizajes. Esto es motivador para los profesores porque necesitan capacitarse, ampliar su mirada e iniciativas como ésta contribuyen a eso”.

Magdalena Rosales es docente del Colegio Alberto Pérez de Maipú de la institución teresiana y cuenta que ha tenido el apoyo para formarse constantemente. “A mí me interesa todo lo relacionado con la pedagogía de la religión y esta Escuela me parece fantástica porque estamos tan inmersos en nuestros cursos diariamente que no tenemos mucho espacio y tiempo para compartir con otros colegas, en cambio acá estamos en la misma sintonía todos”.