En efecto, este es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual.
Para ayudarnos en esta renovación, el Papa propone un breve texto bíblico tomado de la carta a los Hebreos: «Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» (10,24).
La Vicaría para la Educación pone a su disposición una sugerencia de oración cotidiana, se trata de orar por hermanos nuestros que viven en situaciones límites en otras latitudes, solo tienen que seguir el link www.40ultimos.org.