En este mes de marzo, oremos por los estudiantes, educadores y personal de apoyo, para que siempre encuentren en Cristo el motor y el fundamento de su quehacer y de su vocación.
Que en este tiempo jubilar, el Señor Jesucristo sea el faro que ilumine y conduzca nuestro andar, que guiados por su luz, por medio de su palabra, logremos vivir de acuerdo al amor, la justicia, la alegría y la paz.