Poco a poco la Iglesia nos lleva a contemplar al Espíritu Santo, para que vayamos preparando el corazón para celebrarlo en Pentecostés. Esta semana busquemos conocer más al Espíritu Santo, para que así Él nos una a Jesús, nos haga fieles seguidores suyos, nos conceda aquella alegría que nadie puede arrebatar, y transforme nuestras vidas en “un fuego que enciende otros fuegos”.