Durante esta semana, la iglesia en Chile, nos invita a que el ejemplo de amor de Jesús, que se donó por todos hasta el extremo, nos muestre el verdadero sentido de nuestra vida. Para cumplir este propósito debemos dejar que el Espíritu Santo actúe en nosotros.
La muerte, la tristeza y el pecado, nada pueden frente a Cristo triunfante glorioso y Resucitado.
Dispongamos el corazón para reconocer y encontrarnos con aquél que nos transforma la vida con su resurrección.