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Un espacio fraterno, de comunión como escuela católica y de memoria agradecida, por tantos desafíos superados y trabajo realizado este año, tuvieron representantes de equipos de gestión de comunidades educativas junto a la Vicaría para la Educación. 

El padre Andrés Moro, Vicario para la Educación agradeció a directores y directoras por el vínculo que se ha fortalecido en este tiempo y a la luz de la enciclíca Fratelli Tutti y el Pactor Educativo Global  al que nos llama el Papa Francisco destacó la fraternidad como un aspecto clave en este tiempo en el caminar de los colegios. 

"Esta pandemia nos ha vuelto a poner lo fraterno en el centro, lo importante es preguntarse dónde está la persona, mi hermano y cuál es la comunidad nueva brota de este año tan complejo y que se enmarca en un pais que está  discerniendo a partir de una nueva constitución caminos de fraternidad para saeguir adelante".

El vicario destacó tres aprendizajes en la escuela. La primera de ellas dijo, es la comunión "este año como nunca nos volvimos más horizontales, la pantalla ha hecho que todos tengamos que someternos a aprender y entender que  la comunión se construye con unión".

El segundo aspecto dijo, es la solidaridad, "hemos aprendido a ser una escuela de solidaridad a conocer lugares de pobrezas hacia adento y hacia afuera y todos tenemos que apoyarnos encontrar caminos juntos, eso nos hace una verdadera escuela catolica".

Por último destacó el ser  escuela del aprendizaje y esperanza y ser iglesia, " frente a la incertidumbre ponemos esperaza, nuestra comunidades deben ser ante todo fermento de esperanza". 

La voz de las comunidades

El encuentro fue una oportunidad para que directores y directoras compartieran sus testimonio sobre lo difícil y complejo que fue este año, así como sus esperanzas e ilusiones para enfrentar el nuevo año educativo.

"Esta pandemia nos ha mostrado que cada uno necesita del otro, y hemos aprendido a expresar más afecto en la distancia que lo que hacíamos cuando estábamos cerca. Aprendí que la flexibilidad es la habilidad más movilizadora; que los docentes somos capaces de todo y más; que la adaptación al cambio es lo que nos hace avanzar. Mis desafíos son fe y compromiso desde el corazón; integrar definitivamente la tecnología digital en nuestras aulas",  compartió Julia Thamm, directora del Colegio Rosario Concha.

"Afiancé mi fe, creatividad y el trabajo colaborativo. Y para el 2021 me proyecto con mucha esperanza y confianza en que superaremos esto todos juntos", señaló Luznelda González, Directora del Colegio Regina Pacis. 

"Reafirmé el valor del trabajo en equipo, donde los docentes son la columna vertebral de la implementación del proyecto educativo y, en este sentido, aprendí que el acompañamiento emocional permanente del docente para facilitar su gestión, son cuestiones claves de la gestión escolar. Un profesor bien informado, en paz, feliz y comprometido, genera lo mismo al interior del curso que guía", expresó María Isabel Cabello, Directora Colegio San Viator, Macul. 

 

"Lo más relevante ha sido resguardar el vínculo, con nuestros estudiantes, con sus familias, entre funcionarios. Colocar el corazón en el bienestar de la comunidad, en el aprendizaje para la vida. Ese ha sido nuestro foco. Por eso, nos ocupamos, no solo de mantener un proceso educativo dinámico, permanente y con sentido, sino de estar al tanto de la situación humana de nuestros estudiantes. Sus dificultades, sus necesidades y procesos familiares (enfermedades, perdidas, etc.). La meta era tenerlos a todos conectados, vinculados y acompañados. Para ello, nos ayudó la tecnología, las llamadas telefónicas, las visitas domiciliarias, las entrevistas permanentes. Un equipo comprometido y apasionado en la tarea de educar. Como desafío mantenemos nuestro foco en el curriculum de bienestar que de sentido cotidiano al aprendizaje y nos permita vivir con cautela y humanidad las vicisitudes de este tiempo", comentó Roxana Espinoza, Directora Colegio Victora Prieto. 

Veamos este video con el mensaje de las comunidade educativas