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Realismo, Paciencia y Creatividad

Jueves 10 de Septiembre, 2020
"Una enseñanza clave que nos deja esta pandemia es que la escuela, como la conocimos, no volverá a ser la misma", lee el artículo escrito por Fabiola Zambra, Secretaria Ejecutiva de la Vicaría para la Educación

A medida que algunas comunas cambian de estado en el “Plan paso a paso”, la vuelta a clases presenciales se ha mantenido como un debate binario de “todo o nada”. Por eso, sería bueno ponernos en otro esquema, considerando que hay cosas que van a cambiar para siempre, a juzgar por algunos análisis más o menos compartidos. Este virus y sus consecuencias nos acompañará por largo tiempo y deberemos aprender a convivir con él.

Una enseñanza clave que nos deja esta pandemia es que la escuela, como la conocimos, no volverá a ser la misma. Sin vacuna, hoy y el próximo año al menos, el uso del espacio físico será muy complicado en muchos sentidos. Por eso, es razonable situarse en el desarrollo de clases que se perfilan hacia una modalidad mixta, presencial y on line, reconfigurando la opción presencial en su justificación de fondo y viabilidad práctica.

Desde ahí, cabe preguntarse ¿por qué es importante la presencialidad en el sistema educacional? El sistema remoto, en sus múltiples formas, nos ha permitido atender los aprendizajes curriculares que, sin duda, son importantes y han sido priorizados. Pero todos sabemos que la educación integral involucra muchas otras dimensiones que hoy no se pueden abordar o se abordan insuficientemente. Nos referimos a la convivencia, la sociabilidad, el trabajo colaborativo, la espiritualidad, la vida comunitaria, la conflictividad positiva, etc. 

La incertidumbre que vivimos no nos permite tener soluciones únicas y definitivas, pero eso no nos puede paralizar. Hemos constatado que se hace más llevadera en comunidad, tanto en el hogar como de manera virtual. Esto nos anima a ser creativos y visualizar muchas posibilidades en la brecha entre volver o no a lo presencial. Para ello es fundamental poner las estructuras al servicio de las personas, con criterio de realidad y comprender que hoy los tiempos educativos requieren modificar también los tiempos curriculares. 

En este sentido el Papa Francisco propone un principio iluminador para la situación que vivimos: el tiempo es superior al espacio… “Este principio permite trabajar a largo plazo, sin obsesionarse por resultados inmediatos. Ayuda a soportar con paciencia situaciones difíciles y adversas, o los cambios de planes que impone el dinamismo de la realidad. Es una invitación a asumir la tensión entre plenitud y límite, otorgando prioridad al tiempo. Uno de los pecados que a veces se advierten en la actividad sociopolítica consiste en privilegiar los espacios de poder en lugar de los tiempos de los procesos” (EG. 223).

Hay mucha creatividad desplegada en las comunidades educativas, que valoramos y compartimos, para sobrellevar responsablemente esta situación difícil. Y es necesario que, sin perder de vista lo urgente y lo que es realmente posible, la institucionalidad del sistema educativo se sitúe en el largo plazo para generar todas las condiciones que las escuelas necesitan para verse apoyadas en sus acciones y abrir la puerta a decisiones originales. 

Fabiola Zambra
Secretaria Ejecutiva
Vicaría para la Educación

"Renovemos la pasión por educar"
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