Tercer día del Seminario Desafíos y oportunidades de la Educación Religiosa Escolar en el contexto de cambio social y cultural

Hoy, miércoles 6 de enero de 2016, en el Colegio Sagrados Corazones de Alameda, continuó desarrollándose el  Seminario “Desafíos y Oportunidades de la Educación Religiosa Escolar en el contexto de cambio social y cultural”, organizado por el Área de Pedagogía en Religión de la Vicaría para la Educación del Arzobispado de Santiago para los profesores de religión.

Antes de comenzar, la profesora de religión Claudia Paz Lara Jeria del Liceo municipal “Profesora Gladys Valenzuela Vallejos” de la comuna de Lo Prado, leyó un texto en el que señaló la relevancia de la formación permanente para hacer frente a diversas problemáticas que viven los profesores de religión en las diferentes comunidades educativas, particularmente en los colegios municipales. Al mismo tiempo subrayó las fortalezas y las debilidades de los docentes y la necesidad de la reflexión sobre el quehacer profesional, la importancia de ser escuchados por la Iglesia, expresando a la luz de Paulo Freire que “la educación es un acto de amor, por tanto, un acto de valor”.

Por su parte, ante 157 profesores de religión, el profesor Osvaldo Verdugo afirmó que vivimos no solo una época de cambios sino un verdadero cambio de época que transcurre a una velocidad impensable hace décadas. Subrayó, citando a San Agustín, que “nosotros somos el tiempo”, por tanto la tarea del siglo XXI está en nuestras manos, lo que requiere una actitud de protagonistas y no meros espectadores de una historia que transcurre al margen de nuestras vidas. Esto exige asumir el cambio como nota característica de nuestro contexto, cosa que nos cuesta entender pues los profesores de hoy somos inmigrantes en una época donde los jóvenes son los nativos.

Junto a la velocidad del cambio, nuestra cultura se caracteriza por la búsqueda de la igualdad entre diversos. No se trata de uniformar sino más bien considerar la riqueza de ser diferentes. De ahí que sea central la pregunta sobre cómo podemos vivir juntos siendo tan distintos. Eso constituye un desafío fundamental pues debemos aprender a hacerlo.

Basándose en el aporte de Alan Touraine, Verdugo planteó la presencia actual de un importante enigma: vivir juntos siendo iguales, pero a la vez diferentes, venciendo la tentación de dejar las diferencias o la de vivir de manera segregada

En nuestra cultura actual, la escuela chilena vive diversas tensiones: entre lo viejo y lo nuevo; entre el conductismo y el constructivismo; entre la competencia y la colaboración; entre la libertad del estudiante y la autoridad del profesor; entre la centralidad de los medios y la relevancia de los fines, etc. Estas tensiones se le presentan al profesor quien se experimenta entre lo viejo y lo nuevo, inserto en un sistema con importantes perversiones.

De lo anterior se aprecia la importancia de una carrera profesional docente que tiene dos pilares: el saber pedagógico y el saber disciplinar. Esta carrera, a juicio del profesor Verdugo tiene como fundamento nuclear a los derechos humanos para lo cual la formación religiosa escolar no solo no se opone sino que lo enriquece. La escuela requiere contribuir al desarrollo humano a través del desarrollo de los derechos de las personas.

Posteriormente el expositor conversó con los profesores en un enriquecido debate, donde se habló de las reformas actuales, de la relevancia del desarrollo docente, sobre la relevancia de la formación permanente de los docentes y su responsabilidad ante ello, etc.