Promover el desarrollo humano y una pedagogía de la pregunta.

El día jueves 9 de noviembre se realizó el último encuentro de profesores de religión de la zona sur. Los asistentes compartieron el informe que se elaboró a partir de la visión que los profesores de religión tienen de los jóvenes. Con este informe, leído y analizado, se buscó hacer una conexión con el Dominio A del Marco para la Buena Enseñanza sobre la “preparación de la enseñanza”.

En un primer momento, quienes estuvieron cuando se elaboró el informe compartieron sus impresiones. Estuvieron de acuerdo que el texto era reflejo de lo trabajado y al mismo tiempo daba cuenta de una realidad que es dura. Se agregó eso sí cierta crítica que se observa en el ambiente respecto de la visita del Papa lo cual revela la lejanía de algunos respecto de la Iglesia o talvez la dificultad que tiene la Iglesia para acompañar a estas personas.

Se dice en todo caso que este fenómeno no se observa en todas las salas de clases, ya que en el primer ciclo básico los estudiantes no manifiestan estos obstáculos. Otros consideran como una oportunidad el poder dialogar con los estudiantes sobre la figura del Papa y su mensaje.

Otros comentarios ahondaron en la falta de acompañamiento a los jóvenes que viven la soledad, lo cual es un gran desafío.

Una discrepancia con el texto tiene que ver con la mirada que se tiene de la tecnología, el uso de las redes sociales, propio de un mundo globalizado. Al parecer el texto ahonda en una mirada negativa, pero lo cierto es que es imposible sustraerse a este fenómeno en la realidad actual. Esta tecnología ha impuesto una forma de relacionarse y comunicarse que no va a desaparecer. Esto obliga a los profesores a cambiar el discurso respecto de este fenómeno.

El tema de la tecnología trasladó la conversación acerca de lo que es propio de esta juventud que la diferencia de las demás generaciones. La lejanía con la Iglesia también se ha vivido en otros períodos de la historia de nuestro país. Esto llevó a decir que son los mismos jóvenes de siempre pero en un cambio de contexto histórico, social, cultural y político. Se constata que la familia ha cambiado, por ejemplo.

Ante la queja de algunos profesores que señalan que el contexto de la escuela no les deja hacer clases de religión imponiéndoles la enseñanza en valores, se afirmó que en este espacio es cada docente quien debe hacer valer su pedagogía. Se hace la consideración de que en algunos ambientes probablemente el profesor estará impedido. No obstante este tema no es nuevo. Se vio el caso de Paulo Freire, quien al relatar su experiencia como profesor también comprobó que su pedagogía no le resultaba del todo fácil. En un diálogo con un profesor norteamericano en el libro “miedo y osadía” se comparten las dificultades para llevar a cabo una educación que ayude a la toma de conciencia de los estudiantes de su situación.

Muchos profesores de religión buscan que sus estudiantes conozcan la realidad y tomen postura, sin embargo fracasan en este propósito. No hay que desanimarse y habría que investigar mejor lo que sucede ahí, evitando culpabilizar a los mismos estudiantes. Con Freire, entonces, el grupo fue desafiado a mirar el campo educativo más allá de los logros individuales o parciales.

Las consecuencias para la didáctica respecto de esta mirada comenzaron a salir rápidamente, ya que en relación con el Dominio A del MBE, algunos señalaron que es importante para el proceso educativo considerar el horario en que se asigna la asignatura. La hora de la clase no es un tema banal, ya que invita a los profesores a considerarse y considerar a los demás como seres humanos con limitaciones. Como seres contingentes nos acontecen cosas que es necesario tomar en cuenta. Esto es parte del desarrollo humano.

Otro aspecto, junto con conocer las características del grupo etario, puede ayudar conocer el tipo de religiosidad de los estudiantes. También se señaló que es un aporte considerar la pedagogía de la pregunta ya que de esta forma los estudiantes se hacen responsables de su propia formación.

Este tipo de pedagogía provocó la reflexión acerca de una didáctica centrada en los contenidos o en los estudiantes. Este es un verdadero desafío ya que se trata de educar la religiosidad del estudiante sin renunciar a la identidad católica en un ambiente pluralista.