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Profesor de religión es también un investigador social

22 de Noviembre, 2017

En el último encuentro de profesores de religión de la zona del Maipo al revisar el informe sobre la juventud se constató que la función del profesor se enriquece cuando incluye una mirada investigativa de la realidad, en este caso sobre los jóvenes y sus familias.

El día miércoles 8 de noviembre se realizó en la Vicaría de la Zona del Maipo el cuarto encuentro de profesores de religión que trabajan en establecimientos subvencionados y particulares de la zona. En esta oportunidad los profesores de colegios municipales no pudieron participar ya que se encontraban en otra función.

Se compartió con los docentes el informe elaborado a partir de la visión que los profesores de religión tienen de los jóvenes que conocen. La finalidad del informe era colaborar con el  Sínodo de Santiago y también para encontrar puntos en común desde los cuales pensar la clase de religión en la zona.

Del informe llamó la atención el tema de la familia y cómo ella incide en la formación de los jóvenes. Esto resultó muy relevante puesto que los profesores no son solamente docentes sino que investigadores sociales que observan y analizan los fenómenos para sacar conclusiones para la sala de clases. Aunque no alcanzamos a hacer la relación con la didáctica, el tema de la familia fue muy debatido.

Lo primero que surge desde la experiencia de los profesores es que la realidad familiar es negativa e incide fuertemente en los jóvenes que luego llegan a la escuela. Se observó el caso de los padres permisivos o ausentes en la vida de los hijos por diversas razones. También se consideró la situación de los padres proveedores pero que no tienen tiempo o formación suficiente para ocuparse de la dimensión espiritual o afectiva de los hijos. De modo general las observaciones sobre los jóvenes tienden a caer en la carencia, en lo negativo, en ver el vaso medio lleno y con cierto pesimismo. Surgió entonces una primera constatación sobre la forma en que hacemos nuestros análisis: depende del lente con que se esté mirando la realidad las conclusiones serán reflejo de este filtro.

Se recordó que el Padre Hurtado solía ser muy crítico respecto de la juventud de su época, no tenía inconvenientes de tildarlos de hedonistas y materialistas e invitarlos a luchar por una justicia social y más solidaria, más acorde a los valores del Evangelio. Por eso es necesario preguntarse por aquello que distingue verdaderamente a la juventud de este tiempo.

Los profesores destacaron que un fenómeno nuevo que incide en los jóvenes, aunque trasciende más allá, tiene que ver con el rol de la mujer en la sociedad. Se le ha reconocido su rol como jefa de hogar cuando ha quedado sola a cargo de los hijos y por tanto con mayor autonomía.

Respecto del consumo, se percibe que los padres están atrapados en una vorágine que los alienta a adquirir mayores bienes, pero descuidando el diálogo con los hijos. La falta de comunicación al interior de la familia no permite que se establezcan lazos sólidos en los cuales se ejercite el respeto, la caridad y el perdón.

No obstante, la mayor cantidad de bienes materiales a disposición de los jóvenes, estos no parecen más satisfechos. Al contrario se observa mayor soledad.

A pesar de estas aproximaciones, siempre válidas, seguimos haciéndonos la pregunta acerca de lo distintivo de los jóvenes que los diferencia. Al parecer, según algunas encuestas algo que los distingue de los adultos es la vivencia que manifiestan sobre la sexualidad y la tolerancia respecto de las minorías sexuales.

Una y otra vez se vuelve sobre el mismo obstáculo en la sala de clases: el estudiante. Se invitó a los profesores a revisar este punto ya que la educación es una relación y se debe observar en conjunto de agentes y factores que operan en la sala de clases. El profesor también puede ser la causa que obstaculice el desarrollo de los estudiantes. Sin ser un obstáculo en sí, la edad de los profesores puede ser un factor que profundice la distancia generacional con los estudiantes y le impida ver de otro modo lo que dicen los jóvenes.

Como decíamos más arriba, no pudimos entrar en el ámbito de la didáctica porque la temática fue apasionante. Cuando la educación y la religión se tocan es fácil descubrir que hay una búsqueda de sentido en todo. Por ello, es clave seguir aprendiendo como profesor investigador. Nos faltó la acción, pero creemos que el paso dado es significativo.



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