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Pese a la adversidad, los jóvenes desean salir adelante.

31 de Agosto, 2017

Los profesores reunidos, específicamente de Peñalolén, compartieron la realidad juvenil que les toca ver cada día. Pese a los obstáculos que viven los jóvenes se aprecia en ellos un deseo de soñar y salir adelante.

El día 17 de agosto de 2017, en el marco de la preparación del Sínodo sobre los jóvenes convocado por el Papa Francisco y el Arzobispo de Santiago, los profesores de religión de la Zona Oriente se reunieron para compartir su visión sobre la juventud actual.

A su juicio, los jóvenes de colegios municipalizados y subvencionados vulnerables, específicamente de la comuna de Peñalolén, viven actualmente condiciones límites: familias muchas veces narcotraficantes o cumpliendo penas por otros delitos, hacinamientos, situaciones de precariedad económica radical, prostitución, etc. Muchos de ellos deben hacerse cargo de sus hermanos ante la ausencia de sus padres. Esto los lleva a asumir responsabilidades de adultos a edad muy temprana, lo que hace que el ambiente del colegio se convierta en una válvula de escape para vivir su juventud junto a sus pares. Su precariedad y el ambiente consumista y materialista los lleva muchas veces a delinquir. Sueñan poco y están necesitados de mucho afecto aunque les cuesta expresar sus sentimientos, especialmente ante los adultos. Entre ellos son solidarios. También son tecnológicos.

Diversas cosas les motivan, aunque estas no parecen muy profundas. Lo tecnológico prima y también el deseo de consumir. También los motiva el fútbol y otros deportes. Algunos participan en grupos de scouts. A otros les motiva seguir estudiando y son los que viven generalmente situaciones más estables a nivel familiar. A algunos jóvenes, particularmente ligados a familias que delinquen, les motiva seguir en la delincuencia y validarse de esa manera en la sociedad.

Los jóvenes tienen diversidad de creencias. Por un lado creen en la posibilidad de ser más que sus padres. Algunos tienen creencias religiosas aunque hay distancia entre esa creencia en Dios y su práctica de vida. Hay jóvenes que pertenecen a iglesias evangélicas que van al culto regularmente. Algunos creen en fenómenos paranormales, presencias, brujerías, maldiciones, etc. Existe un grupo de jóvenes más ligado a tendencias anarquistas que quieren y creen en la destrucción total del sistema viviendo una profunda rabia interna.

En relación a Jesús, aprecian que les resuena especialmente cuando viven situaciones de incertidumbre buscando respuestas a experiencias límites. A algunos no les dice nada o más bien eluden su mensaje pues no coincide con lo que quieren hacer con sus vidas. Pero cuando hay una trasmisión de un Jesús cercano que no condena, tienden a acercarse a Él resonándoles su cercanía.

En relación a si consideran que la fe y las creencias son experiencias relevantes en sus vidas y en la sociedad, los docentes plantean que de algún modo sí y de alguna manera no, pues no hay capacidad aún para ese tipo de reflexión. No obstante algunos, por ejemplo, creen en la santa muerte, creencia ligada a la delincuencia que tiene como finalidad que les vaya bien y no los detenga la policía. Hay algunos jóvenes que están ligados a clubes deportivos y barras bravas que consideran casi una religión y les parece muy relevante para sus vidas.

Para la posibilidad de acercarse a la Iglesia Católica plantean los docentes que facilita mucho el que grupos de jóvenes ligados a la comunidad cristiana se acerquen a ellos, lo que implica una Iglesia con puertas abiertas. Cuando la Iglesia se cierra no facilita que se integren los jóvenes.  Obstaculiza también lo que está ocurriendo al interior de la Iglesia hoy día. Por otro lado hay ofertas en la sociedad actual que atraen más que lo que está ofreciendo la institución eclesial.

También los profesores se plantearon si acompañaban a los jóvenes. Plantearon que lo hacen fundamentalmente a través de las clases de religión, lo que implica renovarse constantemente, con profesionalismo, preparando las clases. El desafío es que los jóvenes vivan una educación de calidad en la clase de religión. En esta línea subrayaron que en los colegios vulnerables el desafío mayor está ligado a lograr que terminen el cuarto medio. Se intenta también apoyar la vocación que los mismos estudiantes dicen tener. Existen algunas experiencias en colegios municipalizados, de tipo interdisciplinar, que se preocupan del desarrollo personal integral de los jóvenes de manera planificada.



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