El profesor de religión que acompaña y escucha a los jóvenes.

El día 8 de agosto se reunieron profesores(as) de religión de la Zona Norte para intercambiar visiones sobre la juventud, principales destinatarios del proceso educativo, en el marco del proceso preparatorio del Sínodo sobre los jóvenes que vive la Iglesia Universal y de Santiago.

Para los docentes, los jóvenes viven hoy mucha soledad especialmente familiar. Se encuentran carentes de modelos y necesitados de orientación. Son sensibles a las incoherencias de los adultos, impetuosos y buscan fundamentalmente un futuro de estabilidad económica. No obstante, cuando encuentran referentes actúan de manera cercana. Son capaces de ponerse en el lugar del otro y entre ellos se acompañan. En la escuela encuentran un espacio para apoyarse mutuamente  y mostrarse como tal como son.

En cuanto a sus motivaciones, según los profesores de religión a los jóvenes los mueve la necesidad de encontrar referentes que les ayuden y orienten, de ahí que busquen no estar solos a través de amistades reales y virtuales.

En relación a sus creencias, se manifiesta que los jóvenes creen en un dios muchas veces mágico, aunque no necesariamente practican la religión. Pero se trata de un dios utilitario. Otra creencia está relacionada con el éxito. De ahí que tomen como modelos a personas que han triunfado, como es el caso de algunos deportistas. Muchas veces se trata de un éxito fácil. Se aferran mucho a las redes sociales, las modas, etc.

Respecto a su vivencia de Jesús, se plantea que este resuena cuando hay eco en la familia y también cuando se ven enfrentados a situaciones dolorosas Tienen un concepto de un Jesús que los acompaña pero igualmente es una imagen difusa.

Su calidad de creencia depende mucho de la familia. Algunos creen en un Dios que les da sentido. También se encuentran jóvenes que tienen fe en sí mismos y son solidarios capaces de ayudar a otros.

Los profesores de religión reflexionaron sobre la relación de los jóvenes y la Iglesia. En este sentido destacaron a la familia como un importante facilitador pues cuando están presentes los padres y les muestran la fe, repercute en el acercamiento a la Iglesia.  Facilita que se acerquen a la comunidad cristiana el hecho de que haya educadores que muestren la fe con actitudes y entreguen un testimonio coherente. En la misma línea obstaculiza el acercamiento a la Iglesia la ausencia de una familia o la incoherencia en los adultos. La jerarquía de la Iglesia muchas veces aparece como un obstáculo pero también se reconoce la existencia de religiosos o religiosas que constituyen un importante referente que ayuda a acercarse a la comunidad cristiana.

En la reflexión los docentes también destacaron a la clase de religión como un medio de acompañamiento pues permite o facilita que los jóvenes sean escuchados. También el programa de religión ayuda, en distintas etapas a que los jóvenes puedan hacer un discernimiento sobre su futuro.

Finalmente los profesores destacaron que conversar sobre los jóvenes les ayuda a robustecer su vocación docente para tener siempre como centro el proceso de aprendizaje de los estudiantes, con el fin de acompañarlos en momentos claves de su vida.