2° taller de Hermenéutica Bíblica para la clase de religión trató sobre la experiencia religiosa de Moisés

El martes 17 de mayo tuvo lugar el 2° taller de Hermenéutica Bíblica para la clase de religión organizado por Vicaría para la Educación junto al profesor Roberto Sepúlveda. En el primer encuentro se dialogó sobre la experiencia religiosa de Abrahán y ahora se ilumunó este concepto desde otro personaje bíblico: Moisés.

La figura de Moisés ocupa el libro del Éxodo casi en su totalidad y parte del libro del Deuteronomio, pero en su presentación se remitió al texto del Éxodo, particularmente, los tres primeros capítulos.

Los orígenes de Moisés se presentan al modo del origen de los grandes héroes del pasado. Es parte de un pueblo sin futuro: los varones recién nacidos están condenados a morir apenas nacidos para que los israelitas no sigan multiplicándose. Se está ante un pueblo condenado a vivir sin descendientes. Además, están sometidos a trabajos forzados. Dos dificultades graves: esclavitud y muerte. En ese contexto nace Moisés, siendo rescatado de la muerte de manera particular. Las situaciones extraordinarias siguen: habiendo sido rescatado de las aguas por la hija de faraón, es encargado a una nodriza hebrea, su madre, y llevado a vivir en la corte faraónica. Moisés es un hebreo “egipciado”, finalmente no es ni hebreo ni egipcio.

En otro momento, sorprende a un egipcio agrediendo a un hebreo y en la defensa mata al agresor y oculta su cadáver. Sin embargo el acto no es reconocido por el agredido y debe huir.

Al inicio del capítulo 3 aparece un Moisés en una situación muy particular. Se debe tener en cuenta que se trataba de un personaje de la corte real caído en desgracia. Ahora está en tierra extranjera, cuidando un rebaño que no le pertenece, al servicio de su suegro. Entendiendo lo que significan estas cosas en el contexto socio cultural de la época, la situación de Moisés es extrema desde el punto de vista antropológico.

¿Cuáles serán las preguntas humanas que surgen en estas circunstancias? ¿Cuáles serán las preguntas de Moisés en relación con la vida, muerte, su presente y futuro, etc.?

El capítulo 3, luego de una breve descripción de la situación vital de Moisés, narra un hecho extraordinario: una zarza arde sin consumirse. Obviamente esto suscita la curiosidad de Moisés.

A partir de aquí se puede formular otra pregunta ¿Cuál o cómo es la experiencia religiosa de Moisés?

La zarza ardiendo sin consumirse señala la irrupción de una realidad nueva en el horizonte vital de Moisés. Esta ruptura, es al mismo tiempo una apertura en su horizonte de sentido inmediato. En la medida en que salga de sí mismo y se ponga en el nuevo horizonte de sentido propuesto en esta irrupción, puede releerse con nuevas claves. En la medida que se relacione con el mundo que irrumpe en el suyo, podrá releerse y resituarse con otras claves.

El diálogo con la voz que emerge de la zarza ardiendo, va configurando una nueva situación que pone a Moisés en una nueva perspectiva. Se le abre la posibilidad de relacionarse con su pueblo de origen, con la situación que vive: esclavitud y muerte; esto implica un nueva manera de resituarse en el mundo. Religado a la realidad nueva, leído desde ahí, se relaciona con los otros (su pueblo) y su ser en el mundo adquiere connotaciones nuevas. La experiencia religiosa lo reinserta en su propia realidad con claves nuevas de lectura.

La experiencia religiosa de Moisés tiene que ver también con la experiencia religiosa de la comunidad humana conformada por Israel. El relato ha sido compuesto por miembros de la comunidad que participan, de un modo u otro, de esta misma experiencia. Hay una mutua iluminación entre lo que le ocurre a Moisés y lo que ocurre a la comunidad. A partir de la experiencia de Moisés la comunidad de Israel irá desarrollando una relación con el mundo del que él se ha ido apropiando. Por otra parte, la experiencia religiosa de la comunidad se expresa a través de la experiencia de Moisés.

Un último campo de preguntas. En el ámbito católico se suele relacionar la experiencia religiosa con experiencia de salvación, por lo tanto, cabría preguntarse ¿qué salvación experimenta Moisés a través de esta experiencia?

Al menos habría que visualizar el tránsito que implica para él. Estaba aislado, desconectado de todo lo que configuraba su existencia. Su existencia se vuelve tan árida como el desierto en que se encuentra. A partir de ahora está en relación con una realidad nueva, con una comunidad humana y una tarea que implica el desarrollo de esta comunidad que la lleva a convertirse en un pueblo con identidad y futuro.

El próximo taller es el martes 21 de junio.