En el dibujo está la clave

El jueves 5 de mayo se realizó el 2° encuentro de profesores de religión de la zona centro de Santiago. En esta oportunidad, el profesor Juan Eduardo Canales ofreció el establecimiento donde trabaja, el Liceo Comercial Gabriel González Videla, ubicado en Argomedo 360, para poder desarrollar el encuentro.

En la sala temática de religión, ubicada en el segundo piso, el profesor había preparado una acogida llena de cuidado y esmero. Mesas con manteles, adornadas con flores y cosas para comer completaban la escena. El profesor, con veinte años en este Liceo, transmitía el regocijo de tener invitados a sus colegas que venían de otros establecimientos de la Municipalidad.

La Directora y el Jefe de la Unidad Técnico Pedagógico, subieron en un momento a saludar a los profesores y darles la bienvenida, al mismo tiempo que compartir la satisfacción de contar en el establecimiento con el profesor Juan Eduardo por su compromiso, responsabilidad y esfuerzo para, desde la asignatura de religión, ayudar a la integración y acogida de los estudiantes.

En cuanto al encuentro, en esta ocasión, se les propuso a los profesores dar un paso más en relación al primer encuentro. En el primer encuentro se abordó el tema de la religiosidad en los estudiantes, que no es unívoca sino que diversa, y en este segundo se buscaba construir una estrategia para trabajar esta dimensión.

Nuevamente, ayudados de un relato, los profesores indagaron en la problemática de saber “leer” la religiosidad de los estudiantes a partir de sus experiencias. Empleando la misma dinámica del relato los profesores “dibujaron” un texto que diera cuenta de un aspecto de un objetivo de aprendizaje de un 8° básico en la asignatura de religión.

El dibujo como recurso en nuestra asignatura puede ser un excelente medio para indagar en la experiencia de los estudiantes por cuanto proyectan su mundo interior, frente al cual es necesario detenerse para describir los elementos presentes. Los colores, las formas, el contexto, el uso del espacio, en fin, son elementos que hablan por sí mismos. Permitir a los estudiantes expresar los significados de estas representaciones, no deben ser algo rutinario sino que un verdadero ejercicio de conocimiento de aquello que constituye el mundo vivido y percibido, sobre todo si aquello que dibujan tiene relación con imágenes que simbolizan su relación con Dios, lo sagrado o lo espiritual.

Los programas escolares deben ser rutas a seguir, pero que permitan que los estudiantes re signifiquen sus experiencias según los nuevos datos que puedan recibir de la clase. Para ello es necesario que la actividad propuesta lo desafíe a relatar(se) una experiencia que le permita vincularse con preguntas propias o de otros que le ayudan a desarrollar su interioridad.

Para ello, es bueno que el profesor esté atento a sus propias experiencias, no para transferirlas, sino que para descubrir en ellas la potencialidad para que los estudiantes puedan dar un salto hacia la re significación de las mismas.

De esta forma, se dio por terminado este primer núcleo dedicado al estudio, que realiza el profesor, sobre los estudiantes que aprenden en la clase de religión y desde el próximo encuentro nos abocaremos al conocimiento religioso mismo.