Respetar las creencias de los estudiantes es fundamental en las clases de religión

El pasado lunes 4 de abril, el Área de Pedagogía en Religión se reunió con los profesores de religión de las comunas de La Granja, San Ramón y de una pequeña porción de La Pintana, correspondiente a la Arquidiócesis de Santiago. Fue un encuentro fraterno, siendo el primero de varios que realizaremos este año 2016.

En este sentido, la Vicaría para la Educación ha hecho las gestiones para realizar un encuentro cada mes, siempre los primeros lunes de cada mes (ver calendario de encuentros). El Liceo San Francisco, ubicado en el paradero 25 de Santa Rosa, ha respondido generosamente a nuestra solicitud y será sede de todos ellos.

Al inicio de este nuevo proceso se hizo memoria de lo hecho el año pasado, a través de los encuentros con los profesores municipalizados de La Granja. Quienes participaron de esta actividad señalaron la importancia de esta instancia para apoyarse, intercambiar experiencias pedagógicas con otros docentes y animarse en la tarea. Fruto de esto se vio la necesidad de ampliar la invitación a otros profesores de religión que trabajan en otros tipos de establecimientos, e  incluso de comunas cercanas.

Con esta perspectiva de fondo se ha diseñado un itinerario de encuentros donde se quiere resaltar la reflexión pedagógica a partir de tres grandes temas: el conocimiento del estudiante y su contexto, el conocimiento del contenido de la enseñanza y el mismo docente.

En esta oportunidad se comenzó a trabajar el concepto referido al estudiante por medio de un relato escrito por un profesor de religión. Todos coincidieron en que el estudiante y su contexto conforman una categoría que incide en la manera de enseñar, así como en la disposición del profesor.

Consideraron que el respeto por las creencias de los estudiantes es fundamental para poder instalarse como un adulto significativo en la sala de clases, puesto que en la mayoría de los casos presentes los profesores deben hacer clases, tanto a niños de familias católicas como de otros credos. Esto se torna en un desafío para ellos puesto que los estudiantes manifiestan poco interés en la clase. Para algunos la clave parece estar en el testimonio mismo que el profesor puede ejercer delante de sus estudiantes, pero para otros la estrategia consiste en captar las necesidades reales de ellos para entablar un diálogo que les haga sentido.

De esta forma se fue concluyendo el encuentro con la necesidad de seguir profundizando esta temática, puesto que no se alcanza a abordar íntegramente. De igual forma se deja abierta la posibilidad para que otros profesores puedan participar en las fechas establecidas.