Cuarto día de Seminario Desafíos y oportunidades de la Educación Religiosa Escolar en el contexto de cambio social y cultural

Hoy, jueves 6 de enero de 2016, en el Colegio Sagrados Corazones de Alameda, continuó desarrollándose el Seminario “Desafíos y Oportunidades de la Educación Religiosa Escolar en el contexto de cambio social y cultural”, organizado por el Área de Pedagogía en Religión de la Vicaría para la Educación del Arzobispado de Santiago para los profesores de religión.

Antes de comenzar, el profesor de religión y presidente de la Asociación de Profesores de Religión de Chile, señor  Iván Fuentes, leyó un texto en el que señaló su posición ante diversas problemáticas que viven los profesores de religión. Subrayó la relevancia de reconocer la diversidad que se experimenta también en las múltiples inteligencias que conviven en la sala de clases. No obstante criticó la valoración excesiva que tiene la inteligencia, por ejemplo matemática, en contra de la deportiva, artística y religiosa. Preguntó a los expositores su opinión sobre la importancia de la religión en el curriculum y sobre aquellos que pretenden eliminar la formación religiosa escolar.

Por su parte, ante 157 profesores de religión, el filósofo Antonio Amado, desde una visión metafísica y religiosa, expuso a Dios como principio y fundamento de la fe, quien actúa en todos sin hacer acepción de personas y en favor del ser humano. Esto es una novedad religiosa ante otras tradiciones que presentaban a un Dios amenazador de las personas. Dios se hace pequeño, anonadándose y tiene además como testigos de su humildad a los más sencillos. Esto constituye la Buena Noticia que se trasmite de generación en generación para la salvación del género humano, pues este es conducido a la plenitud de la vida. Este ser humano tiene en sí mismo todas las potencialidades para desarrollarse en la historia.

Es la religión la que aporta categorías tan claves como la igualdad y el valor supremo del ser humano. Esta verdad se ofrece, nunca se impone, pero requiere condiciones de posibilidad para ser presentada ante las personas. De ahí lo clave de la enseñanza religiosa en un mundo plural donde se presenta esta Buena Noticia para que el ser humano, desde su libertad, la acoja o rechace. De este modo, a través de la educación, la sociedad va traspasando lo más valioso de su cultura. El Estado laico es autónomo para que la comunidad se exprese y trasmita lo que posee.

Por su parte, el Senador Carlos Montes subrayó la relevancia de reconocer y valorar la diversidad y pluralidad. La educación es un diálogo entre generaciones. No obstante planteó que esta se ha ido empobreciendo en nuestra sociedad a partir de un enfoque tecnocrático reduccionista. De ahí la importancia de repensar la educación. Es un tema complejo en una cultura donde el ser humano se educa en la familia, el barrio y también en la escuela, aunque esta haya perdido peso específico.

El debate actual apunta a cómo nos desarrollamos como seres humanos donde se requiere espacio para  la dimensión filosófica, deportiva, espiritual y religiosa. Esto, especialmente, en la educación pública que es la que más se ha empobrecido.

El Senador planteó que la Iglesia Católica tiene mucho que aportar con su visión integral del ser humano lamentando que a su juicio no lo haga suficientemente en el debate nacional, reconociendo eso sí el aporte de la Vicaría para la Educación, especialmente, los últimos años.

Después de un fructífero debate donde se clarificó que a nivel parlamentario no se está planteando erradicar la clase de religión sino más bien humanizar la educación hoy día tan tecnocrática, Sergio Micco, con un estilo cuestionador, enfrentó la pregunta sobre por qué habría que tener miedo. Planteó la necesidad de mirar las cosas de frente. Como causas del desánimo anotó la Secularización, la Individuación, la Liberalización de las costumbres y el Utilitarismo como una moral que hoy día parece prevalecer. En este contexto la clase de religión tiende a no cuadrar.

Expresó la necesidad de mirar esta realidad con los ojos del Evangelio, planteando lo bien que ha hecho la separación Iglesia y Estado pues nos ubica en el corazón del aporte de Jesús. Subrayó también la necesidad de volver a la sociedad civil y la legitimidad del derecho de la Iglesia a que su vez esté presente en el debate ético, pues uno de sus grandes aportes son juntamente los derecho humanos al ser una buena noticia presente en el corazón del Evangelio.

Respecto a la Globalización expresó su extrañeza sobre el temor que le tenemos, pues está también en el ADN de la Iglesia el ser universal. La globalización está en la esencia del catolicismo.