Friday 20 de September de 2024
SÍGUENOS
 
ÁREA PROFESORES

de RELIGIÓN

de

RELIGIÓN

Profesores de religión evalúan el Diplomado de Acompañamiento Espiritual

10 de Diciembre, 2015

Luego de dos versiones del Diplomado los profesores de religión evalúan este programa como un fuerte tiempo renovarse y mirar la vida, los estudiantes, la profesión, la actividad diaria con más profundidad.

El día jueves 3 de diciembre, se realizó una evaluación del Programa El Pozo, desarrollado por el Centro de Espiritualidad Ignaciana, que en dos versiones, ha apoyado a los profesores de religión con el Diplomado de Acompañamiento Espiritual.

La Hna. Katie, Directora del Programa y Alfonso Valenzuela, Director del Área de Pedagogía en Religión de la Vicaría para la Educación, condujeron este encuentro, permitiendo que los profesores de religión pudieran expresar la evaluación del Diplomado.

Todos destacaron que el programa sobrepasó sus expectativas, ya que se encontraron con un planteamiento serio, bien organizado y planificado, con profesores de excelente nivel profesional y testimonial. La metodología fue enriquecedora, ya que dio mucho espacio para el encuentro con otras personas, que desde experiencias tan diversas, hacían posible la comunión. Se fue transformando en un espacio fecundo en la semana y, finalmente para la vida de cada profesor.

En el plano administrativo, los profesores señalaron que la información proporcionada, el lugar del taller, la acogida desplegada permitieron que se sintieron respetados y valorados.

La participación de los mismos profesores en las actividades propuestas fue bien valorada por ellos mismos, puesto que les permitó enriquecerse. Se valora la diversidad de testimonios y de experiencias que los hicieron sentirse cercanos, a pesar de las diferencias. Esto les permitió experimentar lo que se vive en la sala de clases pero que a veces no se comenta o cuesta que se comunique.

En relación con la clase de religión, algunos lograron recoger herramientas para el acompañamiento, especialmente cuando se toma contacto con apoderados o el mismo diálogo con el estudiante. El programa del Pozo, fue asumido como una experiencia para el enriquecimiento personal, algo así como una actualización vital de la fe, del encuentro con Jesucristo, que da ánimo para el camino. A otros les costó más aplicarlo en el aula, toda vez que en sus colegios se les permitía solamente hacer clases centradas en valores y no tomando en cuenta la dimensión religiosa.

Existe un consenso que esta formación es un verdadero regalo que permite beber de la fuente de la fe que todo profesor y todo cristiano necesita para reencantarse con el llamado de Jesucristo de seguirlo ahí donde está.