Experiencia de aprendizaje en religión por medio de un relato pedagógico.

El lunes 5 de octubre, en el colegio Instituto Santa María, tuvo lugar la última reunión del año 2015 con los profesores de religión de Ñuñoa de los colegios municipales, subvencionados y particulares. Uno de los profesores que asistió al encuentro anterior se motivó para escribir y compartir una experiencia significativa ocurrida en alguna de sus clases.

Los profesores escucharon atentamente el relato e hicieron muy buenos aportes para contextualizar la experiencia. Cuando nos enfrentamos a relatos pedagógicos debemos tener cuidado en evitar todo tipo de prejuicio que invalide el relato. En este caso el grupo pudo trabajar con el autor del texto, el tipo de colegio, de estudiantes, el ambiente de clases y la modalidad de clase de religión.

Una vez asumidos estos aspectos que tienen por objetivo ampliar la descripción de la experiencia, se entró al corazón de la actividad que realizaron los estudiantes. En este momento, el docente se dio cuenta que no había escrito las reacciones de los estudiantes que le dan textura y sabor al relato. Más que ser una bitácora, la narración de experiencias pedagógicas relevan aspectos subjetivos del profesor como son sus emociones, los pensamientos e ideas que le surgieron en el transcurso de la clase.

El autor del texto decía que, justamente, escribir este relato le permitió darse cuenta que no se da el tiempo para reflexionar sobre las clases por lo que le quedan muchas preguntas sin poder contestarse.

Los profesores analizaron una de las actividades propuesta que, los niños del curso donde se realizó la experiencia, consideraron muy entretenida. Incluso, le agradecieron al profesor por la clase de ese día porque había sido muy significativa. 

Junto con el profesor se fueron provocando preguntas que giraban en torno de la definición de aprendizaje religioso que realizan los niños: ¿Un niño aprende fruto de una buena estrategia de aprendizaje o el aprendizaje es provocado por la acción del Espíritu Santo? ¿La actividad propuesta es integrada por el niño en clave de sentido para su experiencia vital? ¿La capacidad de asombrarse de los niños de 3° básico pueden constituir un aprendizaje religioso en sí o es una expresión de él?

El compartir estas preguntas provocó un intercambio muy interesante puesto que de alguna manera los docentes van logrando expresar sus convicciones acerca de la clase de religión, su naturaleza, los contenidos de aprendizaje y el rol docente.

Al final, los profesores consideraron muy importante continuar con estos encuentros. Una profesora que vino por primera vez consideró que este tipo de metodología permitía al docente dar un nuevo significado a la experiencia en el aula. Otros estimaban que vivir estas encuentros le permite tomar conciencia de muchos aspectos poco reflexionados en las clases por falta de tiempo. También, se quedaron con sentimentos encontrados porque lamentablemente falta compromiso en muchos profesores que se pierden la ocasión de hacer comunidad a través de estos encuentros.

Para el próximo año se espera reanudar estos encuentros y seguir insistiendo en la presencia de los profesores para constituir una comunidad estable de profesores en Ñuñoa.