Libro destaca perspectivas, aportes y tensiones de la educación católica.

El día 6 de agosto, en el Aula Magna del Centro de Extensión de la U. Católica se presentó el libro "Educación Católica en Chile: perspectivas, aportes y tensiones. 

En la contratapa del libro se lee que este texto "reúne investigación y reflexiones de distintos actores e instituciones vinculados a la educación católica en nuestro país y ofrece un amplio cuadro de conceptos y evidencias acerca de la riqueza de una educación basada en la fe para el complejo mundo del siglo XXI.

El libro consta de 16 artículos, divido en dos partes: 7 títulos dedicados a la educación superior, en la primera, y otros 9, para la educación escolar, en la segunda. En la misma contratapa se destaca que: "esta obra contribuye a establecer el relevante aporte de la enseñanza cristiana y las instituciones católicas a la sociedad, y colabora notablemente a ampliar la mirada en el actual debate sobre educación. Pertenece a la colección Estudios en Educación publicada por Ediciones UC en conjunto con el Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE)". Tiene un costo de $9.000 por internet. Para acceder a la compra pinche AQUÍ.

Una síntesis del lanzamiento del libro puede verse en el siguiente video: VER VIDEO LANZAMIENTO.

Para los profesores de religión pueden ser de mucha relevancia algunos de estos artículos. Por ejemplo, la editora del libro, la profesora de la Facultad de Educación, Patricia Imbarack, aborda el tema de la profesionalidad de profesor de religión, señalando las dificultades en la formación y en la práctica pedagógica según datos proporcionados por la evaluación docente. A pesar de todos los obstáculos que tiene el desarrollo de la pedagogía en religión destaca un aporte valioso, que modestamente, la Vicaría para la Educación ha venido propiciando: "la identidad particular del profesor de religión católica consiste en hacerse cargo de las preguntas trascendentes que surgen de la experiencia humana, y orientar y ofrecer elementos para responderlas creando condiciones de posibilidad para el encuentro con Dios, que ofrece nuevos horizontes de sentido para la existencia humana. De ahí la centralidad de vigorizar lo que el docente es y hace en su práctica pedagógica. Con estos conceptos el campo disciplinar de la enseñanza de la religión católica queda definido: la construcción del pensamiento religioso, que se constituye en una clave de lectura de la existencia, que aporta una nueva comprensión de la vida y su actuación en el mundo y posibilita el establecimiento de nuevas relaciones con los demás. No obstante, los fines de la presencia del saber religioso en la escuela son educativos más que religiosos, confesionales o proselitistas. Es decir, los fines de la educación religiosa en el ámbito escolar apuntan a unir profundamente la enseñanza y la educación religiosa en una actividad profesional bien definida (Sagrada Congregación para la Educación Católica, 1988)" (pág 367).

También, es importante reflexionar sobre la orientación de la educación que predomina en las escuelas, ya sea confesional o laica, puesto que conduce al tema de la libertad religiosa en el espacio público. Este tema lo aborda la profesora Ana María Celis, Doctora en Derecho Canónico de la U. Católica. Para los profesores de religión resulta interesante entender este concepto de libertad religiosa como un derecho fundamental puesto que "la educación católica no difiere de otras opciones que se promueven desde los aspectos linguisticos, étnicos, multiculturales, filosóficos o artísticos, pues todos ellos contribuyen al desarrollo de la dimensión espiritual de quienes asisten a las escuelas, de sus padres y profesores, de la comunidad educativa en general" (pág. 286)

Otro aporte, nos parece relevante es el que haceel profesor Rodolfo Núñez, Doctor en Psiología y formador de profeosres de religión. Su texto invita a pensar en los paradigmas desde los cuales miramos la realidad, así como también reconocer que en la enseñanza religiosa ha predominado uno en particular, el cual no ha posibilitado que nuestros estudiantes se sientan atraídos para comprender su realidad, ni menos para crear una cosmovisión que acepte el dato religoso.

Para ello propone un meta modelo interpretativo, "una suerte de currículo lógico-espiritual, el que debe superar el esfuerzo en donde una solución de lógica pastoral impregne el sistema académico, aunque sea presentada a modo de influencia transversal, Con esto se busca superar una suerte de más de lo mismo, porque el estudiante no aprende a mirar lo que académicamente recibe desde categoría de fe". (pág. 384).

Invita a los profesores, no solo al de religión, a enseñar a sus estudiantes a pensar no solo desde un enfoque racionalista-realista, sino que incorporando el "potencial comprensivo y reflexivo cristiano", señala. Pensar así permite a los estudiantes situarse epistémicamente frente a una doble estrucutura cognitiva, "puest para validar sus conocimientos a nivel público recurren a lo empírico-realista, pero para referirse a su mundo privado usan un enfoque idealista-racionalista, que es donde tienen cabida las categorías de pensamient creyente" (pág 385).

Esperamos que se sientan atraídos por leer estos y otros artículos. No se debe pensar que estos son los únicos que tocan la actividad del profesor de religión, pero nos han parecido muy estimulantes para comenzar a procesar lo que este libro puede aportarnos.