Aprender de los profesores enriquece la mirada de la clase

El día jueves 13 de agosto se desarrolló el 2° encuentro de profesores de religión de las comunas de Quinta Normal, Pudahuel y Cerro Navia de la zona oeste, en el colegio Politécnico Santa Ana.

Los profesores compartieron un relato pedagógico de una profesora que narró la experiencia de una clase con niños de 7° básico de un sector vulnerable de Santiago. En un encuentro ameno y muy dialogado, los profesores fueron dando cuenta de sus impresiones sobre el trabajo narrado. Cada uno de los comentarios iba cargado de un saber pedagógico que tiene orígenes, ya sea aprendidos en la universidad, de la experiencia como estudiante o de la práctica docente.

Para algunos la experiencia de la clase era carente de objetivos, una situación un tanto desordenada, que tomaba muchos caminos distintos. Otros veían en la narración, la riqueza de trabajar con la experiencia de los estudiantes y tratar de desarrollar aprendizajes desde la vida y para la vida.

Sin ser un documento magisterial, ni tener un rigor científico, el relato es una ocasión para exponer nuestras ideas, pero también nos permite exponernos, situarnos frente a una situación, en este caso pedagógico y recuperar la vivencia del docente para tratar de captar su esencia y reflexionarla para aprender juntos.

Esto es algo de lo que fue sucediendo poco a poco con este grupo de profesores. A veces llegamos con la intención de recibir recetas de cómo hacer mejor las clases y reaccionamos desde nuestro rol docente. El texto, así como la vida, nos permite encontrar a un sujeto haciendo camino al andar, tratando de encontrar sentido a su acción. Cuando logramos captar algo de su insondable misterio, podemos reconocernos en sus pasos, pero si lo racionalizamos, mutilamos lo que nos quiere enseñar.

Sin duda, cuando el profesor narra su experiencia, no lo hace con un fin de registrar todo lo que sucede, sino que lo hace para capturarla y resignificarla, posteriormente. En su clase vimos no un tipo de clase de religión, sino que varias, de las cuales, a veces somos ciegos. Algunos de nuestros aprendizajes fueron: la pluralidad religiosa y cultural no es propia de un sector social, está presente en todos los colegios; la clase de religión debe incluir a todos los niños y es importante diagnosticar quiénes son, sus ideas y pensamientos, para iluminar la vida desde la experiencia religiosa.