Después de bendecir una nueva capilla en Batuco, Lampa, y de consagrar el altar de este templo, accedió a las preguntas de la prensa, en las que hizo sus primeras afirmaciones tras saber que a partir del 22 de febrero será cardenal de la Iglesia Universal.
“Espero vivir este servicio en humildad y sencillez”Al señalársele que será el segundo cardenal salesiano en Chile, expresó: “En primer lugar, un gran sentimiento de admiración hacia el cardenal Raúl Silva Henríquez, a quien pude acompañar muy de cerca y quien me brindó mucha confianza desde que llegué Santiago como rector del seminario salesiano de Lo Cañas. El cardenal me pidió que lo acompañara como su confesor y director espiritual. Yo aprendí a ser hijo y, al mismo tiempo, hermano de una cardenal de la Iglesia que tanto bien hizo a la Iglesia en Chile. De él he podido aprender una cosa muy importante, que yo he mencionado en muchos escritos sobre su labor: cuando uno se pregunta del porqué de tanta fecundidad apostólica, misionera, de tanto compromiso, hay una sola explicación, y sólo el que ha conocido su espíritu, su interior, lo puede decir, y eso que su gran fe en el Señor. Así que yo espero aprender del cardenal Silva y continuar en ese espíritu que vi en él”.
Ante algunas críticas por su creación como cardenal, monseñor Ezzati manifestó: “Me imagino que sí, todo el mundo tiene derecho a hacerlo”. Agregó que “las críticas uno las puede acoger siempre. Yo he tratado de ser siempre un pastor muy cercano, un pastor que enfrenta los problemas y que, naturalmente, no a todos les gusta”.
Luego, el pastor precisó que ser cardenal “es simplemente un servicio a la Iglesia que el Papa pide a algunos obispos y yo espero vivir en la humildad y en la sencillez esta distinción del Santo Padre”. Añadió que a pesar de esta decisión el Papa, de haber sido llamado a integrar la Congregación para la Educación y de ser presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, seguirá ejerciendo como Arzobispo de Santiago. “Creo que no hay ningún cambio en ese sentido. Mi primera tarea, la más importante y fundamental es la de ser pastor de la Iglesia en Santiago. Los otros son servicios que la Iglesia pide y que con generosidad espero ofrecer”.
Al explicar lo que significa para el país contar con un cardenal, monseñor Ezzati indicó que “es un reconocimiento a la Iglesia Católica en Chile más que a mi persona, y de eso yo estoy muy agradecido al Santo Padre. Esta es una Iglesia viva, que está levantando su cabeza y que está aprendiendo también de sus errores, pero es una Iglesia que en sus bases está llena de fe, y esta designación del Santo Padre es un signo de esperanza”.
Fuente: Departamento de Comunicaciones
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