Thursday 19 de September de 2024
SÍGUENOS
 
ÁREA PROFESORES

de RELIGIÓN

de

RELIGIÓN

Segundo diálogo teológico para profesores de religión: la religión en el espacio público un espacio para la paz.

19 de Mayo, 2015

Los académicos Joaquín Silva y Ana María Celis, ayudaron a reflexionar sobre la relevancia de la religión en el espacio público considerando los aportes de la teología y del derecho.

El viernes 15 de mayo tuvo lugar el 2° Diálogo Teológico para profesores de religión organizado por la Facultad de Teología de la U. Católica y el Área de Pedagogía en Religión de la Vicaría para la Educación. En esta ocasión el tema era: La libertad religiosa y religión en el espacio público. Los panelistas fueron los académicos Joaquín Silva, de la Facultad de Teología y Ana María Celis, de la Facultad de Derecho de la misma casa de estudios.

Joaquín Silva centró su presentación en cinco puntos, comenzando por definir la religión desde su dimensión objetiva y subjetiva. Por objetiva se entiende el conjunto de ritos, así como los elementos doctrinales y morales que exteriorizan las creencias de quienes participan de la práctica religiosa. La fe y la oración, son los elementos subjetivos, por cuanto dependen y varían entre los sujetos que participan de la religión. En la modernidad se asiste, en palabras del profesor, a un desacoplamiento de estas dimensiones, puesto que tiende a primar uno u otro. En las distintas esferas de la realidad, se observa un deseo de emancipación y autonomía a toda sujeción de tipo religiosa o ideológica.

A continuación, a través de datos estadísticos fue señalando cómo se ha ido moviendo el nivel de adhesión a lo religioso en distintos países y también en el sector juvenil. Se puede distinguir que hay países donde los católicos son todavía una amplia mayoría, pero también, donde hay un retroceso, como en Chile, pero sin perder todavía su peso. En el caso de nuestro país se ha podido constatar una disminución de personas que se declaran católicas, un aumento de evangélicos, así como también aquellos que se declaran sin filiación. Esto es aún más dramático entre los jóvenes. Así y todo, los jóvenes reconocen que la religión juega un rol importante en el espacio público: su dimensión espiritual y contribuir a la superación de la inequidad y la injusticia social.

Para entender estos fenómenos, la teología utiliza algunas categorías analíticas como son la secularización, los procesos de industrialización, el desarrollo político y la subjetivación, entre otros aspectos. Ellos indican que la religión, lejos de desaparecer de la realidad, como quizás lo pretendían algunas ideologías materialistas y positivistas, se desplaza, hacia nuevas formas de expresión. Puede darse el caso de una mayor desinstitucionalización de las creencias, a cambio de una privatización de la religión.

La justificación de la religión en el espacio público, entonces, está dada por ser un hecho antropológico fundamental que consiste en la búsqueda y apertura del hombre a Dios. La sociedad debe reconocer el aporte de la religión, al mismo tiempo que ella debe someterse al ordenamiento jurídico. Por otro lado, la religión bajo sus distintas denominaciones debe aprender a dialogar entre ellas, así como también con aquellos que no poseen una creencia determinada. La religión coopera, de esta manera, al enriquecimiento cultural de una sociedad, en un aprendizaje mutuo. El aporte a la convivencia y la cohesión social son un factor muy relevante, también, para el bienestar de una sociedad.

Finalmente, concluyó su exposición señalando 7 notas distintivas para una educación religiosa de calidad, que por su riqueza transcribimos:

  1. Una educación religiosa que cultive en los niños y jóvenes el sentido de lo infinito, de lo santo, lo trascendente de Dios. Por tal motivo, no se debe reducir a una educación ética ni filosófica.
  2. Una educación religiosa que ayude a vivir la inmanencia en la perspectiva de la trascendencia, que reconozca la cercanía trascendente de Dios en la historia personal y social.
  3. Una educación religiosa que parta de las condiciones existenciales reales de los niños y niñas, de sus proyectos y búsquedas más acuciantes.
  4. Una educación religiosa no solo informativa sino también performativa, hacia una vida mejor.
  5. Una educación religiosa confesional en diálogo con las distintas religiones, espiritualidades y tradiciones religiosas de nuestro país.
  6. Una educación religiosa que contribuya a crear lazos de amistad entre las diferentes culturas de nuestro país, valorando el aporte de cada una de ellas al crecimiento de todos.
  7. Una educación religiosa al servicio de la paz y el desarrollo integral de las personas en la sociedad.

Posteriormente, la profesora Ana María Celis, analizó la libertad religiosa en el espacio público desde la perspectiva de los derechos humanos, que si bien no la define, la reivindica como parte constituyente de la dignidad de la persona. Por tanto, como es un derecho de toda persona, se puede manifestar tanto en el espacio público como privado. En cuanto a espacio público, se entiende como la dimensión espiritual de la persona en la sociedad. Como dimensión espiritual de la persona, no solo se expresa en términos de culto o enseñanza de una religión, sino que también puede estar presente a través del arte, la cultura o la filosofía.

Si bien existe libertad para la expresión de lo religioso en el ámbito público es necesario revisar cómo se da este fenómeno en relación con otras denominaciones e incluso convicciones filosóficas. Justamente, la escuela, es un lugar donde la confesionalidad puede alcanzar un nivel de tensión. En Francia, por ejemplo, se elimina todo tipo de expresión religiosa para evitar o causar daño a los demás. Se cuestiona, entonces hasta qué punto la escuela puede ser confesional.

Las encuestas señalan, por ejemplo, que según la orientación religiosa de los colegios el 51% de los establecimientos, en Chile, se declara religioso, pero a ellos concurren solo el 44% de los estudiantes, mientras que el 56% de ellos lo hace al resto, es decir, al 49% de los colegios. Resulta anecdótico que entre los colegios municipales exista un 48% de ellos que declara una orientación religiosa. Para la experta, esto quiere decir dos cosas: que se declara religioso a un establecimiento sin indicar ningún criterio que señale de qué se trata esta orientación y, por otro lado, no aparecen otros ámbitos del desarrollo espiritual de la persona. Existen escuelas, en este sentido, que declaran no tener una orientación religiosa determinada y, por tanto laica, pero que su proyecto educativo se inspira en valores cristianos. Al revés, colegios de orientación religiosa, declaran en sus proyectos una focalización hacia el cultivo de los idiomas extranjeros.

Es relevante identificar de qué se está hablando cuando se refiere a la confesionalidad en las escuelas, si ella implica una selectividad de los alumnos, un método de adoctrinamiento o una renuncia para privilegiar una orientación laica.

Luego de su intervención, comenzó un interesante diálogo con los asistentes.

Para escuchar el audio de Ana María Celis, pinche aquí

Para escuchar el audio de Joaquín Silva, pinche aquí

El próximo Diálogo (foto inferior izquierda) será el 19 de junio con el tema “Contenidos de las grandes religiones: Hinduismo, Budismo, Judaísmo, Islam”. Los académicos invitados serían: Rocío Cortés y Antonio Bentué. Se avisará oportunamente para que se inscriban.



  Galerías:

  Videos: