Formación integral y protagonismo del estudiante. Criterios a considerar en la EREC de cara a las Bases Curriculares

El martes 16 de mayo se realizó el segundo encuentro de profesores de religión de la Zona Norte de Santiago que tuvo como objetivo dialogar acerca de las implicancias que tiene para la educación religiosa la propuesta de Bases Curriculares para III° y IV° medio y, al mismo tiempo, los aportes que puede hacerle nuestro sector.

La metodología consistió en exponer una experiencia pedagógica que sirviera de base para reflexionar a la luz de los objetivos del programa de la EREC y de la propuesta de las Bases Curriculares.

Luego de recordar los principales aspectos de la actividad pedagógica, planteada en el último encuentro, se revisaron los objetivos del programa de Religión para buscar criterios curriculares, implícitos o explícitos, que hacen coherente dicha experiencia con la EREC.

Desde este punto de vista, los profesores reconocieron que la experiencia pedagógica respondía a un criterio de adecuación al programa de la EREC. Otro criterio descubierto fue el de relación entre la vida social y el aula, es decir, el contexto de lo que ocurre en la sociedad tiene cercanía con la experiencia de los estudiantes.

Un tercer criterio que se mencionó, que estaba parcialmente logrado por el docente de la experiencia relatada tenía que ver con la apertura, es decir, considerar la voz de los estudiantes. Este criterio tiene como desafío incorporar lo que los estudiantes descubren al momento de participar en las actividades propuestas. Y un cuarto criterio que se podía apreciar de la experiencia propuesta tenía que ver con la profundidad, es decir, provocar una mirada reflexiva en los estudiantes en vistas de un posible discernimiento.

Una breve mirada, a modo de conclusión sobre este momento, hizo pensar sobre la presencia o ausencia de Jesucristo en estos criterios. Un peligro que existe al respecto es conceptualizar el mensaje de Jesucristo tornando la clase en un aprendizaje de hechos y datos, restándole sustancia y contacto con la vida misma.

A continuación se presentaron los principales objetivos que promueve la propuesta de las Bases Curriculares en los niveles de la Educación Media Terminal. Considerando estos elementos se intentaron encontrar nuevos criterios curriculares que hicieran posible el diálogo entre la experiencia pedagógica y las Bases Curriculares. Una primera mirada se focalizó en la complejidad laboral que viven los profesores de Religión dado que los Equipos Directivos de las Escuelas no aceptan la enseñanza de la asignatura. Para cuidar el trabajo muchos docentes no se guían por la EREC.

Otra mirada se centró en el concepto de la formación integral de la persona, tal como lo propone la Iglesia, que invita a la relación con los otros y a la construcción de las bases de una ciudadanía que busca el bien común. Este es un criterio fundamental que en la experiencia pedagógica analizada estaba ausente y es necesario incorporar.

Otro criterio que es necesario incorporar para dialogar entre la experiencia pedagógica y la propuesta de las Bases Curriculares es el protagonismo del estudiante, pero no como un recurso, sino como un aspecto central que el profesor debe incorporar para promover aprendizajes.

Finalmente, dejando de lado la experiencia pedagógica se intentó hacer un paralelo entre la EREC y la propuesta de las Bases Curriculares. De este análisis se mencionó que para incorporar el desafío que plantea la propuesta es necesario que el docente haga una buena lectura del curso donde hace clases, comprendiendo las particularidades de cada proceso.

Desde el punto de vista religioso es necesario que el profesor haga una lectura religiosa de su propia vida, incorporando nuevos datos en clave de discernimiento. Para ello se propone que el profesor tenga apertura hacia los demás y tenga capacidad para resignificar su experiencia de acuerdo a los acontecimientos nuevos que se plantean.