Dios en nuestras vidas como en un queque de vainilla.

El día miércoles 24 de mayo se realizó el primer encuentro de profesores de Religión organizado por el Área de Pedagogía en Religión de la Vicaría para la Educación con los profesores municipales y particulares de la zona del Maipo.

En esta oportunidad, por primera vez nos hemos reunido en la Vicaría de la Zona del Maipo, lo cual ha permitido que el Vicario P. Miguel Hoban se acercara a los profesores, los saludara y les diera la bienvenida. El lugar se prestó para la acogida, la participación y el diálogo entre los presentes.

El tema trabajado con los profesores ha sido el de las habilidades que los docentes despliegan para el desarrollo del pensamiento religioso del estudiante. Para ello se utilizó un relato pedagógico que fue trabajado en tres momentos.

El primero, tenía como objetivo realizar una descripción de la experiencia por parte de los docentes. La idea consistía en someter el texto a una mirada crítica que permitiera comprenderlo y tener una visión compartida de los acontecimientos, ideas y sensaciones que se podían extraer de él, sin quitarle ni agregarle nada.

Un segundo momento, tenía como objeto mirar el documento desde una perspectiva psicológica, es decir, centrada en los estados de ánimo, en las emociones o sentimientos que ahí aparecían. El diálogo entre los profesores abordó el binomio optimismo/pesimismo del docente que relataba la experiencia. Para Víctor, uno de los profesores asistentes al encuentro destacó que el docente realizaba una transferencia de su propio pesimismo hacia los estudiantes. Para aclarar mejor este punto, Andrés Soto, señaló que esta pista era muy interesante por cuanto este mecanismo de defensa se caracteriza por atribuir a los demás algo que el sujeto no logra reconocer en sí mismo. Es decir, el docente del texto podía tener una mirada pesimista de la vida y no reconocerla, pero en contacto con sus estudiantes, la veía muy palpable, pero no así en su vida. En efecto, esta puede ser una clave muy interesante que invita a los profesores a tener una mirada sobre sus propios estados de ánimo y que podrían transmitir mensajes contradictorios. Por ejemplo, tener un discurso sobre la alegría del Evangelio, pero expresar una amargura ante la vida.

Otros docentes pusieron atención en el quiebre que se observa en el relato cuando aparece la voz del estudiante que sorprende al profesor. Esa voz del estudiante, para los profesores asistentes, era una expresión de un malestar muy profundo, un grito de alerta. Según su interpretación, los profesores observaron una vida que está sufriendo y que no encuentra sentido a las proposiciones que el docente realiza.

Aquí entonces, se dio inicio al tercer momento, que consistía en hacer una lectura religiosa del texto. Más que religiosa, los docentes encontraron oportuno buscar pistas pedagógicas para enfrentar esta situación. El profesor Julián Rey señalaba la importancia de conocer el contexto y los puntos de vista de los estudiantes para hablarles en su lenguaje. Víctor, recordó que en el seminario de verano 2017 realizado por la Vicaría para la Educación, los estudiantes que dieron testimonio de las clases de religión en sus colegios insistieron en la necesidad de ser escuchados.

Es necesario insistir que la mirada religiosa es en el fondo una pregunta de discernimiento respecto de dónde se encuentra Dios en este acontecimiento. Puede ayudar usar la categoría del humanismo integral que utilizara Pablo VI. Para desarrollar un pensamiento religioso en los estudiantes debemos atrevernos a preguntarnos por aquello que promueve una mayor humanización.

La profesora Gloria Véjar, en un momento apuntó a evitar separar la vida y lo religioso utilizando la imagen del queque de vainilla. No vemos el sabor, pero lo sentimos. El grito de la niña era el desgarro que viven muchos que no logran encontrar un sentido y donde Dios aparece lejano. Nos recordó que todos estamos en búsqueda también de la presencia de Dios en la vida. No es solo una tarea para los estudiantes.