Se dio inicio al Diplomado en Innovación Pedagógica.

El día jueves 4 de mayo, la Vicaría para la Educación, dio inicio a la Escuela de Aprendizaje Colaborativo que pretende ser una experiencia inédita en Chile en el que docentes y directivos de diferentes colegios de Santiago se reúnen para ensayar metodologías que ayuden a formar al estudiante en las competencias del siglo XXI.

Esta especie de Incubadora de Experiencias, como también se la ha llamado, reúne a unos 250 profesores, entre los cuales se encuentran 40 docentes de la asignatura de Religión. La Vicaría para la Educación ha reunido a estos profesores en el Diplomado en Innovación Pedagógica que pretende renovar la clase de religión a través de la apropiación de los principios de esta Escuela como son el protagonismo del estudiante, las competencias del siglo XXI, la inclusión y el aprendizaje colaborativo.

En el Salón de Honor de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) se realizó la ceremonia inaugural junto al Rector de dicha casa de estudios Sr. Jaime Espinosa, el Vicario para la Educación, P. Tomás Scherz y al Coordinador de la Red de Colegios del Arzobispado, Sr. Cristian Infante. (Ver noticias aparecida en Arzobispado de Santiago, en Vicaría para la Educación y UMCE)

Posteriormente, los profesores participaron, todos juntos en la primera clase junto a los relatores y tutores.

La siguiente actividad tuvo lugar el viernes 12 y sábado 13 de mayo en las salas de clases de la misma Universidad. Fue ocasión para que los profesores de religión se encontraran, se presentaran y conocieran al equipo que los acompañará de aquí hasta el próximo año. El día viernes, la temática estuvo centrada en reconocer qué, cómo y en qué lugar se han aprendido los conocimientos, habilidades y valores que se dicen poseer, así como también recordar quién lo ha transmitido o enseñado.

El día sábado se volvieron a encontrar, pero esta vez se realizaron algunas actividades comunes en el patio de la Universidad para sentir y experimentar el encuentro con los demás, y de estar forma despertar deseos de colaboración y empatía.

Una vez en las salas, los profesores fueron invitados a recorrer su propia biografía como docentes, su vocación, sus primeros pasos, sus experiencias positivas y también sus obstáculos. En un compartir simple y fluido, los profesores se dejaron impactar por las historias personales llenas de profundo sentido vocacional. Relevar esto es muy importante ya que ayuda a situar las motivaciones más hondas que hacen de los hombres y mujeres del curso, en profesores y profesoras con vocación pedagógica y humana.

Despertar estos sentidos puede ayudar entonces a comprender los anhelos de volar cada vez más alto y mirar lo que estorba los propósitos de una educación humanizadora e integral. Este es el corazón, si podemos llamar así, de todo proceso innovador, el reencantamiento de la profesión docente.

El curso continuará el viernes 9 y sábado 10 de junio en las salas de la Universidad.