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RELIGIÓN

Lo religioso, más allá de lo psicológico, moral y pedagógico.

10 de Noviembre, 2016

Profesores de los establecimientos municipales de Puente Alto realizan jornada anual y dedican una parte de ella a reflexionar sobre cómo hacer lectura religiosa de la realidad, analizando aspectos psicológicos y morales presentes en un relato.

El lunes 7 de noviembre se realizó la jornada anual de profesores de religión de los establecimientos municipales de la Corporación de Puente Alto, junto a su Director de Educación, Sr. Marcial Mayorga y la encargada de los docentes Sra. Margarita Valdés.

Los profesores fueron invitados a reunirse en el Parque Gabriela, iniciando esta actividad con una Eucaristía y luego con un desayuno.

Posteriormente, en una de las salas, la Vicaría para la Educación realizó un taller de lectura narrativa, empleando una carta de una profesora de religión. El objetivo de este taller fue continuar desarrollando una lectura de lo religioso, pero diferenciándola de otras, posibles y necesarias, para comprender las características intrínsecas de este elemento. En otros momentos, hemos percibido que los profesores, en general, podemos hacer esta diferencia, pero no siempre la empleamos para comprender la realidad de la sala de clases, los programas y contenidos que realizamos.

El trabajo se realizó en cinco momentos, siendo el último la síntesis que hacemos en la oración como diálogo abierto y comunitario con el Señor, recogiendo la experiencia vivida. Cada uno de los momentos anteriores permitía en sí hacer una lectura de un aspecto específico.

Los pasos para este trabajo consistieron en hacer una lectura colectiva del texto, luego un momento personal para responder a preguntas que respondían a distintas perspectivas de la realidad.

La lectura psicológica de la carta permitió comprender un cierto estado de ánimo de la persona producto de las emociones y sentimientos que expresó. Los sentimientos son un elemento muy poderoso para entender cómo la persona se afecta por los acontecimientos que vive. De algún modo son un cable a tierra para entender el mundo, dialogar con él y decidir qué hacer. Las ideas ayudan a ordenar los afectos y emociones, permitiéndoles entender su ocurrencia y dirigiéndolas a un destino.

La lectura de elementos pedagógicos, fue una segunda etapa que le otorga un contexto en el cual se analiza el fenómeno estudiado. A través de la carta se observa un cambio en su trayectoria como profesora. Los cambios, también, pueden ser analizados en un contexto social, histórico y cultural. Esto es más difícil ya que la carta no lo dice todo y se requiere revisar otros elementos. La finalidad de la clase de religión, los contenidos que enseña y el rol de los estudiantes son los elementos que más se repitieron en este análisis. La forma en que se enfoque la clase de religión es un factor a considerar, ya que para algunos el contenido puede estar muy cercano a la propia experiencia religiosa del docente. Puede darse un traspaso de su propia experiencia sin que el estudiante explore o conozca la suya.

El tercer momento estuvo destinado a una lectura de elementos morales presente, a través de la observación de las valoraciones que realiza la profesora. Las valoraciones son sentencias que indican lo que es justo o injusto, lo bueno de lo malo, etc. No son lo mismo que una idea, ya que aportan en específico un juicio que valora a los demás, a sí mismo y los acontecimientos de una manera. Los juicios son llevan a rechazar lo malo y aceptar lo bueno y ejercen una enorme influencia en nosotros.

El cuarto momento fue para comprender qué discernimiento hacía la profesora. Luego de todo lo anterior concluimos que no lo había. El discernimiento es la capacidad de hacer lectura creyente de la realidad, por lo tanto, quien lo realiza lo hace invocando la presencia de Dios. De algún modo clama, implora, suplica, pide, agradece, alaba, solicita su protección o derechamente goza de su presencia. Estos movimientos interiores se pueden experimentar y nos ayudan a encontrar mayor consolación en ciertos momentos.

Con estas ideas nos fuimos al último momento, en el cual hicimos un coloquio con el Señor en voz alta. Fue un tiempo hermoso para ponerse en las manos de Dios, agradecer su presencia entre nosotros y solicitar su ayuda.

Posteriormente, fuimos al almuerzo y los profesores siguieron en la jornada.



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