Nuestra visión apunta a que las clases de religión católica que se imparten en todos los colegios y escuelas de Santiago, colaboren para el logro de la formación integral que propicia la Ley General de Educación, a través del desarrollo de la dimensión religiosa de los estudiantes. Para eso queremos fortalecer la formación continua de los profesores de religión, colaborando en sus conocimientos, habilidades y actitudes tanto pedagógicas como de las distintas disciplinas necesarias para el desarrollo de la labor docente.
Organizamos instancias, tanto virtuales como presenciales, para la reflexión de los docentes, a través de encuentros comunitarios a nivel arquidiocesano y en las distintas zonas pastorales. Del mismo modo, organizamos seminarios, cursos y talleres de formación sistemática, en convenio con centros de estudios superiores. Junto a eso, propiciamos el trabajo conjunto con organismos eclesiales y autoridades educacionales para el reconocimiento de la importancia de la formación religiosa escolar en el país.
El plan del área contempla cuatro procesos:
Acompañamiento: Busca promover instancias de acompañamiento de profesores a través de mejoras comunicacionales, espacios de encuentro comunitario y atención personal y espiritual para la mejora del desempeño docente y el discernimiento profesional y espiritual.
Formación y capacitación: Ofrecer instancias formativas profesionales a través de convenios con casas de estudio y el taller de preparación de la evaluación docente para el mejoramiento de la clase de religión.
Incidencia y vínculos institucionales: Favorecer políticas de incidencia por medio del diálogo con interlocutores religiosos y sociales para el posicionamiento público de la formación religiosa escolar.
Gestión de contenidos: Propiciar el aporte permanente a la reflexión y formación docente a través del desarrollo de subsidios y artículos pedagógicos para el mejoramiento de la clase de religión en diálogo con el currículum nacional.